La aromaterapia es algo más que una de las muchas terapias alternativas. Sin duda es mucho más que un tratamiento de belleza superior, como bien podrían creer algunos. De hecho, la aromaterapia es un arte, un arte de curación estética que usa los aceites esenciales extraídos de diversas partes de las plantas y árboles aromáticos para promover la salud del cuerpo y la serenidad de la mente.
La aromaterapia es el único arte curativo que puede describirse como creativo en un verdadero sentido artístico. Ello se debe a que gran parte de la habilidad de un aromaterapeuta reside en su capacidad para elaborar maravillosos aromas mezclando y combinando aceites vegetales y esencias fragantes.
A diferencia de otras terapias más clínicas, como la homeopatía o la acupuntura, el potencial curativo de la aromaterapia procede de su capacidad para promover la relajación y, al mismo tiempo, engendrar una sensación de alegría o tranquilidad en el receptor. De hecho, cuanto más maravillosa sea la experiencia, mayor será su poder curativo.
Quizás ésta haya sido la principal razón por la cual la aromaterapia ha sido descartada por algunos tradicionalistas testarudos, porque consideran que es necesario sentir un cierto grado de incomodidad si se quiere sacar un beneficio.
A pesar del comentario de un médico que decía: «No tengo pruebas específicas que demuestren que la aromaterapia tiene un valor clínico real» la aromaterapia puede ser practicada a un nivel científico clínico o pragmático.
Por ejemplo, el artículo «Aceites para las enfermedades virales» de Kurt S. chnaubelt, proporciona pruebas de la base científica de la aromaterapia clínica, y, en Alemania, los aceites esenciales se utilizan cada vez más para tratar las infecciones virales, sobre todo el aceite de toronjil para el herpes. Mucho más notable es el hecho de que los aceites esenciales como la Melaleuca alternifolia, el ajo y el tomillo hayan ayudado al hombre a vencer el SIDA como veremos en otras entradas de esta web.
Es importante indicar aquí que sería demasiado ambicioso (y potencialmente peligroso) que un profano y, de hecho un aromaterapeuta medio, intentase tratar trastornos graves con aceites esenciales. La aromaterapia, tal como se utiliza en la mayoría de los casos, trata de la prevención de las enfermedades importantes y del tratamiento sintomático de las enfermedades leves.
El énfasis se encuentra en el masaje de aromaterapia, que es una de las mejores técnicas disponibles para reducir los efectos perjudiciales del estrés. El estrés, en sus numerosas formas, es responsable de la gran mayoría de las enfermedades en este mundo de velocidad, «alta tecnología» e intranquilidad emocional.
Si bien el masaje de aromaterapia es el pilar del arte, los aceites esenciales son utilizados de otras maneras para fines curativos y estéticos; por ejemplo, en baños, inhalaciones de vapor y como perfumes para mejorar el estado de ánimo.
Pero a fin de contestar completamente la pregunta «¿qué es la aromaterapia?», debemos examinar más de cerca estos increíbles aceites aromáticos y lo haremos uno por uno sucesivamente.
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