sábado, 3 de septiembre de 2016

LA MAGIA DEL ACEITE Y DEL PERFUME


Los filósofos de los tiempos antiguos consideraron la magia natural como el perfecto conocimiento de las cosas naturales.

Observando muy de cerca la naturaleza encontraron que en el reino animal, mineral y vegetal existían las mismas simpatías y antipatías que rigen la vida de los hombres, y por experiencia aprendieron cómo convertir estos afectos y odios en ventaja útil al servicio del hombre. Esta ciencia fue observada por Platón, como el arte de adorar a Dios, y la definición platónica fue la atracción o búsqueda de una cosa en otra por medio de cierta afinidad.

Enrique Cornelio Agripa dijo:

"Los magos son los investigadores más seguros dentro de la naturaleza y frecuentemente producen efectos antes del tiempo ordenado por la misma".

Ha sido creencia que los olores tienen un efecto curioso sobre la vida humana y la vida animal, ambas la natural y la sobrenatural. Los magos de la antigüedad y de los tiempos medievales acostumbraban untarse el cuerpo con aceite que estimulaban sus sentidos y les inducía a ver visiones.

Los aceites y los perfumes han jugado un papel importante en la evacuatoria de la magia a través de la historia del hombre.

El uso de aceites divinos entre la gente primitiva es otro aspecto de la intoxicación olfatoria e influencia en la producción de visiones. Este era, y todavía es, el modo primitivo de ponerse en contacto con lo sobrenatural para caer en un estado de éxtasis; una realización de la amplitud de la vida.

Aún en los días de las "Fórmulas del Éxodo de la Biblia" para aceites sagrados, las unciones de esos aceites sagrados no eran desconocidas. Las instrucciones para la preparación de estas unciones fueron divinamente reveladas, pero ninguna otra persona privada o ninguna en particular estaba autorizada para hacer uso de estos Aceites Sagrados, bajo pena de ser excomulgado.

Hoy día, el hombre civilizado tiende a excitar su sentido del olfato con placer, quizás porque es el sentido en el cual pulsó mayor seguridad en los más tempranos días de su evolución. No obstante, aún continúa, medio inconscientemente, usándolo y gustándole. Olemos la comida para decir si está buena o no, y todos gozamos la fragancia de las flores y hierbas y de los perfumes que simulan esas olores.

Nuestro sentido del olfato no es tan débil como comúnmente se supone. Hay sustancias de las que se puede apreciar las cantidades más mínimas. El almizcle del almizclero es una de esas sustancias. La ramificación física del sentido del olfato, nos ofrece un punto de partida para la exploración. La mayor parte de nosotros, quizás pueda citar casos de su propia experiencia en los cuales un olor ha producido una acción de nuestra parte uno o dos minutos antes de que se haya tenido consciente percepción. Ciertos olores, casi imperceptibles, invariablemente escapan a lo consciente pero son subconscientes percibidos y afectan nuestro conducto. Casos de desconfianza o de simpatía entre personas extrañas pueden ser explicados así, y quizás también muchos casos de telepatía. Algo semejante parece tomar lugar en los casos de los más íntimos animales y aún es posible que el subconsciente del hombre posea algo de estos poderes que pertenecieron a sus progenitores animales. Uno no debe perder de vista el hecho de que un olor le guste o le disguste, eso no es sólo cuestión de gusto.

Los olores son complejos y es posible que en una combinación particular de olores no puedan percibirse ciertos elementos resultando así que la combinación inhalada puede ser destruida, y lo que para una persona que percibe la inhalación es influencia de olor muy agradable, puede ser para otro influencia de olor desagradable y desfavorable.

El uso de olores como estimulantes psicológicos está bien establecido. Puede tomarse como ejemplo el uso del incienso en las ceremonias religiosas, el empleo de perfumes como afrodisíacos y las pasmosas mezclas que eran quemadas en las ceremonias de Magia Negra. A cada espíritu, bueno o malo, se le asignó un olor apropiado.

Yo creo que el uso de ciertos perfumes como afrodisíacos y, por supuesto, la explicación del gusto general de la especie humana por los "olores dulces" tiene su origen en "las raíces" que están muy profundas, y creo también que en muchos casos puede haber un efecto psicológico definitivo. Pero lo que más nos interesa es la discusión histórica de los perfumes olorosos, aceites y polvos en los ritos ocultos, espiritistas y mágicos.


 

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