domingo, 8 de enero de 2017

BAÑOS FACIALES Y VAHOS DE VAPOR CON ESENCIAS


La eficacia de las esencias es mucho más intensa sobre el organismo cuando se inhalan haciendo vahos que cuando las inhalamos con la lámpara aromática. Esta forma de aplicación tiene un evidente efecto medicinal y constituye una terapia excelente para los resfriados, la tos y los catarros crónicos y profundos.
 
Las esencias de bayas de enebro, cayeputi, eucalipto, hisopo, limón, manzanilla, mirto, niaulí, pino y tomillo son especialmente apropiadas para estos problemas. Para obtener el efecto deseado se ponen unas 5-10 gotas de esencia en agua caliente.
 
Los baños faciales de vapor, en cambio, tienen una finalidad más bien cosmética: abrir los poros y facilitar la limpieza de la piel. La esencia de manzanilla ejerce un efecto benéfico sobre ella. Al hacer vahos hay que procurar que el vapor del agua no esté muy caliente, ya que podría producir quemaduras.
 
Las capacidad de aguantar temperaturas altas es sumamente variable de unas personas a otras. Se pueden utilizar inhaladores especiales o simplemente mantener la cabeza sobre una cazuela o una palangana con agua caliente y colocarnos por encima una toalla a modo de tienda de campaña.

Después de hacer los vahos es importante reposar y, bajo ningún concepto, salir fuera a exponerse al aire frío.
 
Estando de viaje y en el trabajo es poco probable que podamos hacer vahos. Quien esté resfriado o tenga tos puede llevar siempre consigo un frasquito de esencia (tomillo, menta piperita o eucalipto) y olerlo con frecuencia, o también puede darse unos ligeros toques en la nariz con un aceite nasal formado por una mezcla de esencias expectorante y un aceite graso. La nariz quedará despejada temporalmente y sentirá una mejoría inmediata.
 
Podemos disfrutar también del efecto benéfico de las hierbas en la sauna. Entre éstas están muy de moda los perfumes de agujas de pícea, de pino y de enebro.
 
 
 

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