lunes, 13 de marzo de 2017

ESENCIAS BENEFICIOSAS PARA LA PREPARACIÓN DE BAÑOS NATURALES


El baño estimula el sistema nervioso vegetativo de nuestro cuerpo. Las sustancias activas de los componentes vegetales son absorbidas por el organismo a través de la piel y, además, los aromas de las esencias que penetran por la nariz ejercen un efecto curativo sobre nuestros órganos respiratorios.
 
Los aditivos para el baño son ideales para los que se inician en la fabricación de sus propios productos cosméticos. Hay muchas variedades de mezclas, con o sin esencias. Incluso teniendo poco tiempo para hacerlos en casa, no deberíamos perdernos el placer de fabricárnoslos nosotros mismos. Sólo se necesitan unos cuantos ingredientes, que se encuentran en el comercio.
 
Ha llovido mucho desde los tiempos en que Cleopatra se bañaba en leche de burra. La proverbial afición de los romanos a las termas se hundió junto con su poderío. Esta cultura del baño sobrevivió en las casas de baño públicas durante la Edad Media, por lo demás tan oscura. Allí la gente no sólo se lavaba con agua y jabón, sino que también disfrutaba de las hierbas olorosas. Este gusto por el baño durante el Medievo tuvo un fin bastante brusco cuando se ex-tendieron las epidemias. Éstas hicieron que el pueblo perdiera radicalmente la afición a los baños y a la higiene corporal, de manera que a lo largo de unos cuantos siglos no se le permitió a la piel entrar en contacto con el líquido limpiador. En Francia incluso se mantuvo largo tiempo la firme convicción de que el agua era perjudicial para la salud. El fuerte olor corporal que desprendían de manera irresistible lo ocultaban los señores distinguidos con los buenos olores procedentes de las plantas.
 
A finales del siglo pasado los malos olores se convirtieron en algo tabú. El agua y el jabón recobraron su prestigio, y esto fue así hasta después de la segunda guerra mundial. Entonces el cuidado corporal se hizo más caro, la gente se bañaba con más lujo. Los baños de espuma estuvieron muy de moda en los años 60 y 70.
 
En este momento los baños de hierbas son populares. No sólo perfuman, sino que también ejercen sobre el cuerpo un efecto benéfico.

Esencias de baño relajantes, para un baño al atardecer: espliego mejorana melisa rosa sándalo estimulan la circulación.
 
Esencias de Baño hipertensoras, para un baño matinal: enebro limón romero para el cuidado de la piel: geranio manzanilla naranja neroli rosa.
 
Esencias de baño refrescantes, tonificantes, después de un largo día de trabajo: bergamota cidronela mirto verbena. Hay que dejar claro que la esencia de bergamota nos hace sensibles a la luz solar; algunas personas son sensibles también a la esencia de petit grain y a la de otros cítricos. Las embarazadas no deben bañarse con esencia de salvia; en la fase activa de cualquier enfermedad es mejor evitar los baños completos. Las personas con tensión alta deben evitar esta planta.
 
Esencias de baño buenas para los órganos respiratorios en caso de resfriado: eucalipto pícea (agujas) pino salvia tomillo.
 
Esencias de baño para sustraernos de la vida cotidiana, sensual: ilang-ilang pachulí rosa sándalo vetiver.
 
Prepararse esencias para el baño es todavía más fácil de hacer que los aceites de baño. En esta ocasión renunciamos a la acción engrasadora de los aceites sobre la piel. La grasa podemos recuperarla frotándonos con aceite corporal después del baño. Por esencias de baño hay que entender emulsiones con sólo dos componentes: la esencia y el emulsionante apropiado. Resulta muy adecuado el emulsionante de aceite natural de ricino. Como se trata de un producto sin conservantes, sólo dura unos meses. Para mayor seguridad es mejor conservarlo en el frigorífico.
 
En el caso de las esencias perfumadas para el baño es preferible hacer la mezcla inmediatamente antes del mismo, mezclando la esencia deseada con el disolvente.
 
Para ello ya tenemos a punto un pequeño y bello frasco en el que agitaremos la mezcla. El emulsionante de aceite natural de ricino es denso y no se puede dosificar a gotas. Se mezcla con la esencia en una proporción aproximada del 1:1 (hay que ir probando, pues la relación varía de una esencia a otra), de manera que para un baño completo haya una cantidad total de 3-4 ml. Si la parte de disolvente es más baja, quedará una masa turbia y, si es más alta, la mezcla será más clara. Sin embargo, con esencias viscosas como el pachulí o el ilang-ilang, la acción del emulsionante falla y es mejor emulsionarlos con aceites de baño o con miel.
 
Receta básica de esencia de baño
 
- 2 ml de esencia
 
- 1-2 ml de emulsionante
 
Introducid los ingredientes en un recipiente hermético y agitad enérgicamente.
 
 


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