miércoles, 7 de marzo de 2018

COMO SECAR Y ALMACENAR EL INCIENSO

 
Aunque me voy a referir al secado y almacenamiento del incienso en conos, los métodos y técnicas utilizadas también pueden adaptarse rápidamente al secado y almacenamiento de otros tipos de incienso. El secado es muy importante. El incienso que no se seca correctamente tarda mucho en estar listo e incluso puede estropearse.

Al terminar de fabricar los conos, debes colocarlos en posición vertical durante una hora. Esto permitirá que adopten la forma y la simetría apropiada. Si esta etapa se descuida, los conos tenderán a encorvarse o a inclinarse hacia algún lado.
 
El próximo paso es extenderlos horizontalmente, dándoles la vuelta de vez en cuando. Esto ayuda al secado, y cuando se usa salitre, lo distribuye equitativamente por todo el cono.
 
La madera es una de las superficies más recomendables para secar incienso. Es económica, duradera y fácil de llevar de un sitio a otro. También absorbe el exceso de humedad, con lo que el secado se acelera. Nunca uses papel o cartón para secar incienso. El papel absorbe la humedad con demasiada rapidez, provocando que la mayoría del salitre se disuelva y se precipite del incienso.

Un tablero de 2 ó 3 centímetros de grosor x 10 ó 15 centímetros de ancho, y de 25 centímetros de largo es el tamaño adecuado para el proceso de secado. Es lo bastante pequeño para colocarlo en el alféizar de una ventana o para moverlo fácilmente, y lo bastante grande para colocar en él varias docenas de conos.

Para evitar que los conos se caigan del tablero, deben subirse los bordes o colocar clavos, tachuelas o chinchetas a intervalos de 1 cm de separación.
 
Si piensas secar varitas de incienso, perfora pequeños orificios dentro del tablero, a 2 centímetros de distancia unos de otros. Si no eres manualmente muy hábil, puedes secarlas clavándolas en un pedazo de arcilla, en un bloque de espuma de poliuretano, o dentro de una pequeña lata llena de arena.
 
En verano, los conos pueden secarse fácilmente si se colocan en el alféizar de una ventana o en la luna trasera del automóvil. Normalmente, en la ventana tardarán dos días en secarse; en la ventanilla del coche, se secarán en día y medio.
 
Existen varias circunstancias que pueden afectar negativamente al secado del incienso. Entre otras se encuentran el rocío, la humedad excesiva, una ventilación inadecuada, la sombra y el frío. Cualquiera de esas situaciones puede retardar considerablemente el secado, o incluso estropear tu incienso. Recuerda que, cuando seques incienso al aire libre o dentro de un coche, debes guardarlo en casa al anochecer. Esta precaución te ayudará a eliminar la posibilidad de que el rocío estropee tu incienso.

El incienso seca muy lentamente cuando hay demasiada humedad o en los días lluviosos. Siempre debes consultar el pronóstico del tiempo antes de ponerte a fabricar incienso. Si las previsiones anuncian dos o tres días de clima húmedo, aplaza el trabajo.
 
El incienso necesita luz solar directa y calor, para secarse rápida y completamente. Si lo dejas en un lugar sombrío o frío, tardará mucho más en secar. La ventilación apropiada es también indispensable. No debes cubrirlo ni meterlo en una caja. Esto alargaría enormemente el tiempo de secado y aumentará la posibilidad de que el incienso se estropeara a causa del moho.
 
Durante el tiempo frío, deberás secar siempre el incienso dentro de la casa. Puede secarse fácilmente si lo colocas sobre una repisa soleada o cerca de un calefactor. Dependiendo de la intensidad del calor, el secado tardará entre uno y tres días.
 
¿Cómo sabrás si tus conos ya están secos?
 
Simplemente oprímelos entre el pulgar y el índice, por la base. Aprieta suavemente al principio, aumentando la presión paulatinamente. Los conos están secos si los puedes presionar con toda tu fuerza y no se desmoronan ni se quiebran. Este método de comprobación sólo sirve cuando estás usando tragacanto como agente aglutinante. Los conos hechos con goma arábiga (o con cualquier otra goma) serán demasiado frágiles para soportar la presión. No seas impaciente. Los tiempos de secado indicados son sólo aproximados. Las condiciones atmosféricas, los ingredientes empleados y la calidad y frescura de las hierbas ejercen un efecto combinado sobre el tiempo de secado.
 
El incienso seca de afuera hacia adentro. Aparentemente puede estar seco, mientras que el interior podría estar saturado de humedad. (Mientras más fresca esté la hierba, más tarda el secado).

Almacenamiento

Cuando tu incienso esté completamente seco, debes almacenarlo con cuidado para su uso posterior. Debo hacer especial hincapié en la necesidad de un almacenamiento apropiado. Todo tu trabajo habrá sido inútil si almacenas tu incienso sin tomar precauciones. Cada mezcla debe almacenarse por separado.
 
El incienso de reserva debe guardarse en pequeñas jarras de boca ancha, para poderlo sacar con facilidad. Los conos y los cilindros pueden almacenarse en tarros o en bolsas de plástico fuertemente selladas. Las varitas de incienso deben colocarse en un tarro alto y delgado, como un bote de salsa de tomate o una botella de bebida gaseosa. Recuerda que debes etiquetar los recipientes. Anota los ingredientes o la receta, la fecha de fabricación y cualquier otra información que consideres de importancia. Si dejas tus mezclas sin identificación será muy fácil olvidarse o confundirse.
 
Cuando fabricas lotes más grandes o utilizas aromas líquidos o muy fuertes, (como alcanfor o mentol), debes almacenarlos siempre en recipientes de vidrio. Si es posible añade un pequeño paquete de gel de sílice para evitar que se forme moho en el incienso. Almacena todo el incienso en un lugar oscuro y frío, fuera del alcance de los niños y de los animales.
 
- La oscuridad ayudará a conservar el color y la potencia del incienso.
 
 - La sequedad evitará la formación de humedad y de moho.
 
- Los lugares de almacenamiento mejores y más seguros que he encontrado son los estantes altos de los armarios y en los muebles de cocina más altos.



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