martes, 17 de abril de 2018

CÚRCUMA: LA SUPERESPECIA DE INFINITAS PROPIEDADES MEDICINALES, CANTIDADES Y MODO DE EMPLEO


La cúrcuma es la especia que le da al curry su color amarillo.

Se ha usado en India durante miles de años como planta y especia medicinal, pero es recientemente, cuando la ciencia ha comenzado a respaldar lo que los indios han sabido durante mucho tiempo... que realmente contiene compuestos con propiedades medicinales. Estos compuestos se llaman curcuminoides, el más importante de los cuales es la curcumina.

La curcumina es el principal ingrediente activo en la cúrcuma. Tiene poderosos efectos antiinflamatorios y es un antioxidante muy potente.

 
La Cúrcuma, (Curcuma longa), es una planta herbácea perenne de la familia del jengibre (Zingiberaceae). Sus rizomas tuberosos o tallos subterráneos, se han utilizado desde la antigüedad como condimento, tinte textil y médicamente como un estimulante aromático.
 
En tiempos bíblicos, se usaba como perfume y como especia.

En la Edad Media se llamaba azafrán indio debido a su color amarillo anaranjado. El rizoma tiene un aroma a pimienta y un sabor algo amargo y cálido. Es el ingrediente que colorea y saborea mostaza preparada y se utiliza en polvo de curry, condimentos, encurtidos, mantequillas especiadas para vegetales, en platos de pescado y huevo, y en aves de corral, arroz y carne de cerdo. En partes de Asia, el agua de cúrcuma se aplica como un cosmético para dar un brillo dorado a la tez.

Considerada en el pasado el azafrán de los pobres por su color amarillo brillante, en la actualidad la cúrcuma es el oro indio, una superestrella de las especias, debido a la buena salud de la gente que la consume a diario y la fama que está adquiriendo en el ámbito científico como uno de los agentes curativos más potentes de la naturaleza.

La cúrcuma es un ingrediente habitual en la India y está presente en prácticamente todos los platos, un hecho que no ha pasado inadvertido para los científicos, que ya hace 30 años observaron que la incidencia de enfermedades crónicas en la población india es significativamente menor que en la mayoría de los países occidentales, especialmente Estados Unidos.

 
Las propiedades preventivas y curativas de esta especia proceden de su ingrediente activo, la curcumina, un compuesto de múltiples propiedades, sumamente rico en antioxidantes y de gran acción antinflamatoria que, según se ha demostrado, protege y mejora la salud de prácticamente todos los órganos.
 
Hasta la fecha, miles de estudios en animales y humanos en todo el mundo han puesto en evidencia que la curcumina puede combatir más de 70 enfermedades, incluyendo algunas de las más grandes amenazas para la salud, tales como el cáncer, las afecciones cardiacas, la diabetes tipo II y el Alzheimer. Y la lista continúa aumentando. De hecho, las investigaciones realizadas en todo el mundo muestran que el consumo de cúrcuma (a través de los suplementos de curcumina) es tan efectivo y, en algunos casos, incluso más eficaz que los medicamentos, sin producir efectos secundarios. Recientemente, se llevó a cabo en el MD Anderson Cáncer Center de la Universidad de Texas un estudio comparativo entre la curcumina y los fármacos antinflamatorios, los analgésicos y los medicamentos para el tratamiento del cáncer, evaluando su efectividad a la hora de reducir la inflamación y detener la multiplicación de las células cancerígenas. Pues bien, la curcumina resultó ser más eficaz en disminuir la inflamación que la aspirina o el ibuprofeno, y tan efectiva como celecoxib, un fármaco más potente comercializado bajo receta médica. Además, demostró ser tan eficaz en inhibir la proliferación del cáncer de mama como el tamoxifen, un medicamento ampliamente utilizado para detener el desarrollo o la reincidencia del cáncer de mama. Estos resultados son, cuanto menos, sorprendentes.
 
El Dr. David Frawley, fundador y director del Instituto Americano de Estudios Védicos en Santa Fe, Nuevo México, ha llegado a afirmar que «si tuviera que quedarme con una única hierba para cubrir mis necesidades dietéticas y de salud, elegiría una especia india: la cúrcuma». Según Frawley, la cúrcuma es una especia que todo el mundo «debería conocer y usar habitualmente».
 
Estoy completamente de acuerdo: no hay ninguna especia que esté siendo tan estudiada en todo el mundo y con tanto potencial terapéutico como la cúrcuma.

¿Cómo funciona la cúrcuma?
 
La cúrcuma ejerce más de 50 acciones curativas, desde aliviar el dolor hasta mejorar la circulación, por ello las medicinas tradicionales de la India y China han venido utilizándola desde hace más de dos mil años para tratar diversas dolencias:

• Como antiácido para mitigar los problemas digestivos.

• Como antiséptico para acelerar la curación de las heridas y evitar que se infecten (las vendas de la India suelen contener cúrcuma).

• Como analgésico para aliviar el dolor de cabeza.

• Como estimulante para mejorar el riego sanguíneo.
 
• Como una pasta de uso tópico para resolver problemas cutáneos.
 
• Como descongestivo para limpiar los conductos nasales (algunos spráis nasales contienen curcumina).

La cúrcuma se ha empleado tradicionalmente para el tratamiento de unas 60 enfermedades, desde el sarampión, la varicela y los cólicos a los problemas periodontales, la flatulencia, la indigestión y el estrés. Pero su clasificación como especia superestrella se debe a que se trata de un antioxidante de potentes efectos antinflamatorios.
 
¿Por qué es esto tan importante? La oxidación es una especie de óxido interno causado por lo que los científicos denominan especies reactivas al oxígeno (ERO), unas moléculas a las que les falta un electrón, por lo que tienden a captar electrones de otras moléculas creando daño o estrés oxidativo. La formación de las ERO obedece a diversos factores como la luz solar, la contaminación, una dieta rica en grasas e incluso el propio proceso de envejecimiento. A su vez, el estrés oxidativo produce una inflamación crónica de baja intensidad, una insidiosa versión del enrojecimiento, el ardor y la hinchazón propios de la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario ante una herida.
 
Se ha demostrado que la inflamación crónica origina o promueve muchas de las enfermedades de la vida moderna, incluidas las enfermedades cardiovasculares (ECV), responsables de los infartos y los derrames cerebrales; la diabetes tipo II, que cuadruplica el riesgo de ECV y puede derivar en fallo renal, ceguera y amputación de las extremidades; el Alzheimer y el Parkinson; el asma, y diversas enfermedades autoinmunes tales como la artritis reumatoide y la psoriasis. Pues bien, tanto los cultivos celulares como los estudios en animales y humanos han revelado que las propiedades antioxidantes y antinflamatorias de la curcumina son efectivas frente a todas estas afecciones.

La cúrcuma podría y/o tratar:

Acné, Alergias, Alzheimer, Asma, Cáncer, Colitis (enfermedad inflamatoria intestinal), Degeneración macular asociada a la edad Depresión, Dermatitis de contacto, Derrame cerebral, Diabetes tipo II, Dolor, Eccema (dermatitis atópica), Enfermedades de las encías, Enfermedades hepáticas, Escleroderma, Fibrosis quística, Flatulencia.

Ayudar a prevenir

Gota, Heridas, Manchas cutáneas, Infección ocular, uveítis, Osteoartritis y artritis reumatoide, Parkinson, Patologías de la vesícula biliar, Picazón, Presión arterial alta (hipertensión), Problemas de colesterol (colesterol LDL «malo» alto, colesterol HDL «bueno» bajo), Psoriasis, Sarpullido, Secuelas de la contaminación, Sobrepeso.

Pero, sobre todo, el poder antioxidante de la cúrcuma ha captado la atención de la investigación médica en Estados Unidos y, en general, en todo el mundo por su capacidad probada para combatir el cáncer.

La especia anticáncer
 
Incluso el más acérrimo escéptico se vería en un aprieto para cuestionar los más de mil estudios que han obtenido idénticos resultados: la curcumina es un agente anticancerígeno. Se ha demostrado que la curcumina presente en la cúrcuma es capaz de combatir el cáncer de múltiples formas:

• Inhibe la activación de los genes responsables del cáncer.
• Impide la proliferación de las células tumorales.
• Frena la transformación de las células sanas en células cancerígenas.
• Elimina las células mutantes que se convierten en cancerosas.
• Disminuye las células tumorales.
• Evita que los tumores se propaguen a otras partes del cuerpo.
• Evita el suministro de sangre necesario para la formación y multiplicación de las células cancerosas.
• Potencia los efectos anticancerígenos de la quimioterapia y la radiación.

La curcumina ejerce algunas de estas acciones, o incluso todas, frente a 22 diferentes tipos de cáncer, incluyendo los más mortíferos: el cáncer de mama, de colon, de pulmón y de próstata. También retarda el avance de algunos de los cánceres más resistentes, tales como el cáncer cerebral, óseo, de sangre, de esófago, de hígado, de páncreas, de estómago, de útero y el melanoma (el cáncer de piel más letal). No se conoce ninguna otra sustancia natural que posea semejantes propiedades anticancerígenas.
 
He aquí algunos de los resultados obtenidos en los estudios sobre los efectos de la curcumina en el cáncer.
 
Cáncer de mama.
 
Algunos de los resultados más destacables de la curcumina se han conseguido con el cáncer de mama, y se muestra prometedora frente a las formas de la enfermedad más resistentes a los medicamentos. En un estudio se observó que la combinación de la curcumina con paclitaxel, un fármaco de uso habitual en quimioterapia, no solo aumentaba los efectos del medicamento, sino que también disminuía los efectos secundarios (lo cual hacía el tratamiento más tolerable para las pacientes).
 
En otro estudio publicado en la revista Menopause, los investigadores descubrieron que la curcumina disminuía el riesgo de cáncer de mama en mujeres que recibían un tratamiento de terapia de sustitución hormonal (TSH), un probado factor de riesgo de la enfermedad.

Cáncer de colon.
 
Numerosos estudios en animales han revelado que la curcumina puede contribuir a prevenir y retrasar el desarrollo del cáncer de colon y los estudios en humanos están comenzando a arrojar los mismos resultados.
 
En un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), se observó que la curcumina prevenía la formación de pólipos (crecimientos anormales de tejido que se forman en la membrana mucosa del intestino grueso) en personas afectadas de poliposis adenomatosa familiar (PAF), una enfermedad hereditaria que puede derivar en cáncer de colon.
 
En otro estudio, se detectó una reducción del número y tamaño de los pólipos en pacientes de PAF que tomaron 480 mg de curcumina y 20 mg de quercetina (el fitoquímico activo de las cebollas).
 
Cáncer cervical.
 
Se ha descubierto que la curcumina es capaz de destruir el virus del papiloma humano, la principal causa del cáncer cervical. También se ha observado que combate las modificaciones celulares precancerosas que suelen preceder a la enfermedad.
 
Cáncer de pulmón.
 
Diversos estudios en animales han puesto en evidencia que la curcumina podría ejercer un efecto protector frente al cáncer de pulmón inducido por el tabaco.
 
En un estudio se pidió a 16 fumadores que tomaran 1.500 mg de curcumina al día. Al cabo de 30 días, las muestras de orina mostraron que habían excretado una cantidad significativamente mayor de toxinas relacionadas con el tabaco que otros seis participantes en el estudio, también fumadores, que no fueron tratados con este compuesto.
 
Cáncer de páncreas.
 
Se ha observado, tanto en estudios en animales como en humanos, que la curcumina es una sustancia prometedora en la lucha contra el cáncer de páncreas, un tipo de cáncer particularmente mortífero que no suele responder bien al tratamiento de quimioterapia.
 
En nuestros laboratorios del MD Anderson hemos descubierto que la administración de curcumina en combinación con gemcitabina, un medicamento de quimioterapia, potencia la acción de este fármaco en animales de laboratorio.
 
En otro estudio, 34 pacientes con cáncer de páncreas avanzado (generalmente letal en el transcurso de un año) tomaron dosis elevadas de curcumina diariamente y la especia logró ralentizar la progresión normal de la enfermedad en un 64 por ciento de los enfermos.
 
Cáncer de próstata.
 
En un estudio publicado en la revista Cancer Research realizado con ratones a los que se había inducido cáncer de próstata, los investigadores dividieron a los animales en cuatro grupos que recibieron diferentes tratamientos. El primer grupo tomó curcumina, el segundo grupo, un medicamento de quimioterapia, el tercer grupo fue tratado con radiación y el cuarto grupo no recibió ningún tratamiento. Pues bien, de las cuatro alternativas la curcumina resultó ser la más eficaz en controlar el avance de la enfermedad.
 
En otro estudio, unos investigadores de la Universidad de Rutgers observaron que la combinación de curcumina e isotiocianato (un compuesto anticancerígeno presente en las verduras crucíferas, tales como la coliflor, el repollo y la col rizada) conseguía revertir el crecimiento de los tumores prostáticos en ratones.
 
Cáncer de piel.
 
En nuestros laboratorios del MD Anderson Cancer Center llevamos a cabo un estudio con ratones a los que se había inducido melanoma previamente. Una mitad fue tratada mediante la adición de curcumina en la comida y a la otra mitad le aplicamos una pasta de curcumina en las lesiones cancerosas. En ambos casos esta sustancia frenó el avance de la enfermedad en la mayoría de los animales.
 
En otro experimento probamos la curcumina en células de melanoma cultivadas en laboratorio con la intención de ver si era capaz de impedir la supervivencia y reproducción de estas células, y observamos que cuanta más curcumina añadíamos al melanoma, más células cancerosas morían.
 
Además, se ha constatado que los índices de cáncer son menores en los países con mayor consumo diario de cúrcuma. En mi opinión, no es una coincidencia que los niveles de los tipos de cáncer más habituales (pulmón, mama, colon y próstata) sean diez veces menores en la India (un país amante de la cúrcuma) que en Estados Unidos.

Protección frente a la contaminación asociada al cáncer
 
La incidencia de leucemia infantil ha aumentado un 50 por ciento desde 1950 y muchos investigadores sospechan que podría deberse, entre otros factores, a la exposición prenatal y posnatal a contaminantes como el benceno, un carcinógeno presente en los residuos industriales. Afortunadamente, la cúrcuma puede hacer algo al respecto...
 
En una reciente conferencia sobre la leucemia infantil unos investigadores del Centro Médico de la Universidad de Loyola de Chicago expusieron datos que sugieren que el consumo de alimentos condimentados con cúrcuma podría reducir el riesgo de leucemia infantil. En opinión de estos científicos (que llevan 20 años estudiando la cúrcuma) esta especia puede proteger a los niños frente a los contaminantes ambientales.
 
También se ha puesto en evidencia que la cúrcuma es capaz de:

• Inhibir la toxicidad de los hidrocarbonos aromáticos policíclicos (HAP), unas sustancias químicas cancerígenas presentes en el medio ambiente. Los HAP también se forman en las carnes, las aves y los pescados, ya sea fritos o asados a la parrilla, a temperaturas superiores a los 177 °C (352 °F).
 
• Impedir los daños causados por la radiación ionizante proveniente del sol, los rayos X y otros dispositivos médicos.
 
• Prevenir la formación de compuestos potencialmente cancerígenos presentes en los alimentos procesados y curados.

He aquí un sabroso consejo para mantener un buen estado de salud: para potenciar el efecto protector de esta especia frente a los peligros medioambientales, esparce cúrcuma y pimienta negra sobre los alimentos. Se ha demostrado que tanto la curcumina presente en la cúrcuma como la piperina de la pimienta negra combaten las sustancias nocivas de medio ambiente, pero además la piperina potencia la absorción de la curcumina.

Atenúa las arrugas con la cúrcuma

La cúrcuma es usada por las mujeres indias como un producto de belleza para mantener el cutis suave, radiante y libre de arrugas y manchas.
 
La señora Aggarwal te propone una fórmula para preparar una mascarilla facial, que podrás utilizar tan a menudo como desees (muchas mujeres indias se la aplican diariamente).
 
Si bien suele emplearse aceite de sésamo para su elaboración, vale cualquier aceite vegetal inodoro; si prefieres utilizar aceite de sésamo, conviene que lo adquieras en un comercio indio, ya que el comercializado en los supermercados, además de resultar caro, suele tener un fuerte aroma.
 
La siguiente receta resulta tan refrescante como el tratamiento facial de un spa la un precio mucho más reducido. Hay suficiente cantidad para varios usos.

- 1/2 Taza de harina de garbanzos
- 1 Cucharada y media de cúrcuma
- Aceite inodoro
- Agua

Mezcla la harina y la cúrcuma en un recipiente con tapa hermética. Colócalo en un lugar seco situado en el baño o cerca de este. Para preparar la mascarilla, combina una cucharada de la mezcla anterior con 5 gotas de aceite en un platito y añade suficiente agua como para formar una pasta con una textura semejante a la de la masa de un pastel. Apártate el pelo, o bien cúbrelo con una toalla, y extiende la mascarilla por el rostro y el cuello con los dedos, evitando el contorno de los ojos. Déjatela puesta durante alrededor de 15 minutos hasta que se seque. Retíratela en la ducha.

Una especia prometedora frente al Alzheimer
 
El índice de Alzheimer (una enfermedad que implica una progresiva pérdida de memoria) se ha doblado en Estados Unidos durante los últimos 25 años. De hecho, los casos están aumentando en todas partes del mundo, salvo en la India, donde afecta a menos de un uno por ciento de la población, posiblemente debido a la cúrcuma y la curcumina.
 
El Alzheimer está causado por una acumulación de placas seniles, depósitos extracelulares que interfieren en la comunicación neuronal. Los científicos no saben con certeza por qué se forman esas placas, lo que sí saben es cómo se desarrollan, y una proteína llamada amiloide (A) resulta clave en este proceso.
 
Mientras que en un cerebro normal esta proteína es descompuesta y eliminada, en un cerebro con Alzheimer se acumula en forma de placas. Pero diversos estudios en animales han revelado que la curcumina se une a la proteína amiloide (A) e impide que se acumule y ejerza un impacto negativo en la actividad neuronal.
 
Si bien los medicamentos para el Alzheimer logran reducir ligeramente los síntomas y retardar el avance de la enfermedad, ningún fármaco es considerado realmente efectivo. Pues bien, la curcumina tal vez sea la medicina del futuro, ya que según los resultados de las investigaciones, no solo es capaz de desarmar a la amiloide (A), sino también de ralentizar el daño oxidativo a las neuronas, reducir los daños a las sinapsis neuronales (las vías de comunicación entre las células del cerebro) y disminuir los niveles de metales tóxicos en el cerebro, que podrían contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
 
La ingesta regular de cúrcuma ha demostrado ser una protección natural frente al deterioro de la memoria y las funciones cerebrales relacionadas con el envejecimiento. Unos científicos asiáticos llevaron a cabo un estudio sobre el consumo de cúrcuma y la agudeza mental en personas mayores no afectadas de Alzheimer y descubrieron que las que incluían más cúrcuma en su alimentación obtenían mejores puntuaciones en diversas pruebas estandarizadas de habilidades mentales que las que la tomaban rara vez o nunca.

Una ayuda para el Parkinson
 
El Parkinson es una enfermedad degenerativa causada por la pérdida de las células cerebrales que producen dopamina, una sustancia química del cerebro (neurotransmisor) que controla múltiples funciones, incluyendo la conexión entre el sistema nervioso central y los músculos. Dado que en este trastorno están implicados tanto el daño oxidativo como la inflamación, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins decidieron investigar si la curcumina podría impedir la muerte de estas neuronas. Para ello, los científicos desarrollaron un modelo de laboratorio de Parkinson en el que unas células semejantes a las neuronas producían una proteína que destruía el 50 por ciento de las células.
 
Pues bien, la adición de curcumina redujo los niveles de muerte celular en un 19 por ciento y también disminuyó considerablemente el índice de daño oxidativo en las células.
 
«Estos resultados sugieren que la curcumina es un potencial agente capaz de inhibir el daño oxidativo que conduce a la enfermedad de Parkinson», afirmó el Dr. Wanli Smith, profesor asistente de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Universidad Johns Hopkins. «Esta especia de uso corriente podría ser un arma que proteja el cerebro».

Alivio de la artritis
 
La inflamación es el sello distintivo de la mayoría de las formas comunes de artritis: la osteoartritis (el desgaste del cartílago que cubre y protege los extremos de los huesos), la artritis reumatoide (una enfermedad autoinmune que ataca las articulaciones) y la gota (un exceso de afilados cristales de ácido úrico que va destruyendo las articulaciones).
 
Muchos pacientes son tratados con fármacos antinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina, el naxopreno y el ibuprofeno para combatir la inflamación. Si bien contribuyen a reducir la inflamación, estos fármacos pueden irritar la mucosa gastrointestinal; de hecho, se estima que en Estados Unidos uno de cada tres pacientes de los 13 millones de personas que toman algún tipo de AINE sufre problemas gastrointestinales, los cuales son la causa de hospitalización de 103.000 personas al año y provocan la muerte de 16.000 personas por hemorragia digestiva por úlcera. Para empeorar las cosas, la nueva clase de AINE llamados inhibidores de la COX-2 se desarrollaron en un intento de no dañar el tracto gastrointestinal, pero acabaron dañando el flujo de la bilis, que contribuye a limpiar el hígado y rejuvenecer sus células.
 
Pero la cúrcuma no solo ayuda al hígado a mantenerse en perfectas condiciones, diversos estudios realizados en Estados Unidos, Finlandia y China sugieren que la cúrcuma es capaz de prevenir la cirrosis etílica y el cáncer de hígado.

Ayuda en los problemas de piel
 
En la India, la cúrcuma es considerada el secreto para disfrutar de una piel suave y radiante, y tradicionalmente los novios se aplican una mascarilla a base de leche y cúrcuma antes del matrimonio para aportar luminosidad al rostro.
 
Por otro lado, las mujeres usan una pasta de cúrcuma como mascarilla facial diaria para prevenir las arrugas y las manchas, y al igual que en otras muchas partes del mundo, la cúrcuma es un ingrediente habitual de los productos cosméticos. Pues bien, la ciencia moderna está confirmando lo que los médicos ayurvédicos han sabido durante siglos: la cúrcuma es un remedio eficaz frente a toda clase de enfermedades cutáneas, incluyendo el acné, las manchas, la picazón y los sarpullidos; enfermedades rebeldes como la dermatitis de contacto (una reacción alérgica) y enfermedades crónicas serias como la psoriasis y la esclerodermia.
 
Además, en un experimento con animales se observó que las heridas se curaban más rápido y dejaban menos cicatrices en los animales tratados tópicamente con curcumina.

Una especia quemadora de grasas
 
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Tufts ha puesto de manifiesto que la cúrcuma podría desempeñar un papel en la prevención del sobrepeso.
 
En el experimento, los investigadores administraron a dos grupos de ratones una alimentación rica en grasas diseñada para favorecer el aumento de peso, pero uno de los grupos recibió además un suplemento diario de curcumina. Al cabo de 12 semanas, los ratones que tomaron curcumina habían engordado menos y habían acumulado menos células grasas; asimismo, presentaban niveles más bajos de colesterol, frente al grupo de control.

«El aumento de peso es el resultado del crecimiento y expansión del tejido adiposo, lo cual no puede ocurrir a menos que se formen nuevos vasos sanguíneos, un proceso denominado angiogénesis», explicó el Dr. Mohsen Meydani, uno de los investigadores.
 
«Según nuestros datos, la curcumina parece inhibir la actividad angiogénica en el tejido adiposo de los ratones alimentados con dietas ricas en grasas». La conclusión de estos científicos fue que la cúrcuma y la curcumina se muestran prometedoras para prevenir el aumento de peso en los humanos.

La cornucopia de la curación
 
Existen otras muchas enfermedades que la cúrcuma y la curcumina (su ingrediente activo) podrían ayudar a combatir. Entre ellas:
 
Enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn o colitis).
 
Diversos experimentos con animales y estudios preliminares en humanos señalan que la curcumina es eficaz frente a la enfermedad de Crohn y puede contribuir a mantener la remisión en los pacientes con colitis ulcerosa.
 
En un estudio la curcumina mejoró significativamente los síntomas de 207 personas afectadas de enfermedad inflamatoria intestinal.
 
Fibrosis quística.
 
Esta enfermedad mortal que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes ocasiona la acumulación de mucosidad espesa en los pulmones.
 
En un estudio en animales, unos científicos de la Universidad de Yale hallaron que la curcumina corregía el defecto responsable de la excesiva mucosidad. Según los investigadores, una dosis protectora sería bien tolerada por los humanos.
 
Depresión.
 
Diversos estudios en animales han revelado que la curcumina reduce la conducta asociada a la depresión en ratones e incrementa los niveles de serotonina y dopamina, dos sustancias químicas cerebrales que presentan niveles bajos en la depresión.
 
Diabetes tipo II.
 
Diversos estudios en animales y humanos han puesto de manifiesto que la curcumina contribuye a controlar los niveles de azúcar en sangre y reduce el riesgo de complicaciones asociadas a esta enfermedad, como la retinopatía diabética, una enfermedad causada por el deterioro de los vasos sanguíneos de la retina que puede conducir a la ceguera.
 
Enfermedades oculares.
 
La uveítis es una seria infección ocular que puede provocar graves pérdidas de visión.
 
En un estudio en el que participaron 32 personas, la curcumina se mostró tan efectiva como los corticoides en el tratamiento de esta patología. Y en un estudio publicado en la revista Phytotherapy Research, unas gotas oculares que contenían extracto de cúrcuma resultaron eficaces en el tratamiento de una serie de problemas oculares, tales como la conjuntivitis, el síndrome del ojo seco y diversas complicaciones del postoperatorio de cataratas.
 
Patologías de la vesícula biliar.
 
En un estudio realizado en personas aquejadas de problemas en la vesícula se observó que el consumo de 20 mg de curcumina al día reducía la formación de cálculos biliares y mejora la salud de este órgano.
 
Degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
 
Esta enfermedad va destruyendo gradualmente la mácula, el área central de la retina responsable de la capacidad de enfoque y la agudeza visual. Afecta a un 20 por ciento de los estadounidenses entre los 65 y los 74 años y a un 35 por ciento de los mayores de 75 años, siendo la causa principal de ceguera.
 
Diversos experimentos con animales llevados a cabo en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma han mostrado que la curcumina podría ofrecer una protección natural frente a la DMAE, al proteger la retina de los daños causados por la luz y el estrés oxidativo. Y según los resultados de diversos estudios en animales, la curcumina podría ejercer el mismo efecto protector frente a las cataratas.
 
Dolor.
 
Numerosos estudios han puesto en evidencia que la cúrcuma reduce el dolor y la inflamación. En uno de ellos se administró a 45 pacientes de cirugía, divididos en tres grupos, 400 mg de curcumina, 100 mg de fenilbutazona (un antinflamatorio) o bien un placebo. Se observó que la curcumina aportaba un alivio considerable sin los efectos secundarios del fármaco.

CUANTA CANTIDAD DE CÚRCUMA HAY QUE CONSUMIR?

¿Cuánto necesitas?
 
Consumir una gran cantidad de alimentos condimentados con cúrcuma es un gran modo de promover la salud. En la India se consume alrededor de una cucharadita de cúrcuma al día distribuida entre las tres comidas principales, lo suficiente para que sus habitantes presenten una incidencia notablemente baja de Alzheimer, cáncer y diabetes tipo II.
 
También recomiendo tomar un suplemento de 500 mg de curcumina cada día para favorecer la salud general. Los suplementos de curcumina se consideran seguros, ya que no se han detectado efectos  secundarios serios ni toxicidad con la ingesta de hasta 16 g al día. En el ámbito culinario sería como tomarse una taza de cúrcuma diariamente.
 
Conviene tomarlos con el estómago vacío alrededor de una hora antes de comer. Para mejorar su absorción pueden tomarse junto con zumo de pomelo, zumo de piña, leche, piperina (un suplemento de pimienta negra), o bien con un alimento que contenga aceite (como, por ejemplo, aceite de oliva) o productos lácteos (como los yogures).

La cúrcuma combina bien con las siguientes especias: Ajo, Alcaravea, Canela, Cardamomo, Cebolla, Coco, Comino, Galanga, Jengibre, Pimienta de Jamaica, Semilla de hinojo, Semilla de mostaza, Tomate seco.

Conoce la cúrcuma
 
Aunque resulte sorprendente, la cúrcuma está presente en algunos de los alimentos más populares entre los estadounidenses; sin ir más lejos, es el ingrediente que aporta un color amarillo brillante al queso amarillo, así como a la mostaza de los perritos calientes; también se emplea como colorante en las mantequillas, las margarinas, el caldo de pollo en lata, los pepinillos, el pastel amarillo y las palomitas de maíz. Pero la cúrcuma es sobre todo conocida por ser un ingrediente fundamental de los curries, los platos especiados que suelen formar parte de todas las comidas en la India.
 
De hecho, la cúrcuma es tan apreciada en la India que se añade a casi todo y es un ingrediente común de numerosas mezclas de especias conocidas como masalas.
 
En Marruecos combinan la cúrcuma y el azafrán para la elaboración de la harira, una sopa que suele tomarse al final del Ramadán; además esta especia constituye un elemento esencial de la mezcla de especias ras el hanout.
 
Por su parte, los libaneses la incluyen en un pastel amarillo denominado sfouf y, en Oriente Próximo, esta especia es un ingrediente fundamental en el chermoula, un adobo utilizado como saborizante de pescados y otros alimentos.
 
Los japoneses también son aficionados a la cúrcuma y la añaden a los tés, los vinagres, los fideos e incluso a la comida para perros. Asimismo, suele formar parte de sopas, lociones y cremas.
 
En Inglaterra la cúrcuma está presente en los productos lácteos, los caramelos para la tos e incluso en los fármacos veterinarios. Además, constituye el ingrediente principal del famoso piccalillo, una guarnición de verduras encurtidas parecida al chutney con la que se acompañan las carnes, especialmente durante la época navideña.

Igualmente la cúrcuma es el ingrediente estrella en el pollo capitán, un suave curry popular en Malasia. En la cocina tailandesa suele usarse zedoary, una especia también conocida como cúrcuma blanca, que si bien pertenece a la misma familia botánica que la cúrcuma, no se parece mucho a esta; se emplea como espesante en lugar del arruruz y presenta un contenido muy bajo de curcumina.
 
En Nepal la cúrcuma se emplea para dar sabor a las momas, una especie de empanadillas al vapor.

Cómo comprar cúrcuma
 
La mayor parte de la producción mundial de cúrcuma proviene de Allepey y Madrás, en la India. Si es posible, te recomiendo que consumas la procedente de Allepey, ya que según se ha demostrado contiene casi el doble de curcumina que la de Madrás. La cúrcuma de Allepey es de un amarillo más intenso y su sabor es más suave.
 
La metedura de pata de Marco Polo

Hay rumores difíciles de desmentir! 

 
Cuando Marco Polo "descubrió" la cúrcuma en China en 1280, la asoció al costoso azafrán, ya que al disolverla en un líquido esta especia adquiere una coloración amarillo brillante, pero no podía estar más equivocado: el color amarillo es el único punto en común entre el azafrán y la cúrcuma.
 
Debido a este error, 700 años más tarde la cúrcuma sigue considerándose un sustituto barato del azafrán. Si bien la cúrcuma aporta un tono amarillo a los platos, no es un buen sustituto del azafrán y viceversa, ya que son especias culinarias con sabores y aromas totalmente diferentes.
 

 
Nota muy importante:
 
- Por favor recuerda que el único verdaderamente preparado para tratar tus enfermedades es tu médico.
 
- NUNCA debes dejar un tratamiento que te haya impuesto o cambiarlo por una terapia natural.
 
- Las medicinas alternativas son complementarias a estos tratamientos y no sustitutivas.
 
Parte de este artículo ha sido extraído del libro Especias Curativas.
 
Autor: Bharat B. Aggarwal, con Débora Yoat.
 
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