Los beneficios para la salud de el aceite esencial del árbol del té radican principalmente en su gran poder desinfectante, ya que posee grandes propiedades antibacterianas, antimicrobianas, antisépticas, fungicidas, expectorantes, antivirales, balsámicas, cicatrizantes, insecticidas, estimulantes y sudoríficas.
Muchas personas asocian este aceite con la planta cuyas hojas proporcionan el té con el que se preparan infusiones para beber, pero no tiene nada que ver. El llamado árbol del té es conocido con el nombre botánico de Melaleuca Alternifolia y es originario del sudeste de Queensland y Nueva Gales del Sur, en Australia. Este árbol puede llegar a alcanzar hasta seis metros de altura y cuatro metros de ancho, es una especie de hoja perenne y flores hermafroditas de color blanco que son polinizadas por insectos. Tiene tantísimas cualidades que su cultivo se ha extendido a otras partes del mundo, y ahora se puede encontrar internacionalmente.
Los ingredientes principales del aceite esencial del árbol de té son el alfa-pineno, el beta-pineno, el sabineno, el mirceno, el alfa fenelreno, el alfa terpineno, el limoneno, el cineole, el gamma terpineno, el para cimeno, el terpinoleno, el linalol, el terpinenol y el alfa terpineol.
En Australia se ha utilizado el aceite de este árbol desde la antigüedad como cura medicinal ya que se puede utilizar en casi todas las infecciones y enfermedades tropicales, por lo que es muy común encontrarlo en casi todos los hogares, particularmente en aquellos que tienen niños pequeños para curar sus heridas y rasguños evitando infecciones. Sin embargo, no puede ser ingerido ya que es venenoso. Está destinado solo a aplicaciones tópicas y siempre se utiliza diluido.