Quien se fabrica sus propios cosméticos o quien manipula los aceites esenciales desea beneficiar su cuerpo de una manera especial. Sin embargo, hay que ser precavido a la hora de elegir los ingredientes, ya que algunos elementos básicos pueden provocar alergias y reacciones fototóxicas o fotoalérgicas.
Alergias
Alergias
Las alergias son un problema de nuestro tiempo. Un elevado porcentaje de personas, la cifra se eleva hasta el 50 %, experimenta reacciones alérgicas ante sustancias de origen natural o artificial.
Las alergias son reacciones de hipersensibilidad a ciertas sustancias que el hombre absorbe a través de los alimentos, las vías respiratorias o la piel. Ejemplos bien conocidos son la fiebre del heno y la alergia a las fresas o al níquel.
Las alergias se manifiestan frecuentemente en forma de resfriados y otros síntomas de enfriamiento y también en forma de erupciones. En el peor de los casos se puede llegar incluso a un choque alérgico. Este choque, llamado anafiláctico, puede producir la muerte si la respiración se interrumpe.
Las alergias nunca aparecen cuando el cuerpo entra por primera vez en contacto con la sustancia. Debe ir precedida invariablemente por una fase de sensibilización. Al mismo tiempo, el sistema inmunitario ha de alcanzar un estado de alarma. Cuando entonces el cuerpo vuelve a tomar contacto con la sustancia, el antígeno, se dispara la "alarma" y aparece una inflamación. Si ignoramos o no prestamos la atención debida a esta llamada de auxilio que emite el organismo y el cuerpo continúa estando expuesto a la sustancia, la sensibilidad aumenta. Sin embargo, hay también algunas sustancias ante las cuales el cuerpo reacciona no de manera paulatina, sino súbitamente, con toda su fuerza, sin que haya dado antes las señales características precursoras de una alergia.
Según la teoría corriente, existe el riesgo de que las sustancias con las que se trabaja en la industria cosmética puedan producir alergias no muy fuertes.
En los Estados Unidos y en círculos de consumidores muy críticos, la opinión al respecto es algo diferente. Se consideran sustancias alérgenas (es decir, que son capaces de provocar las molestas alergias) tanto las naturales como las artificiales.
Cuando se recomiendan productos casi exclusivamente naturales o que sólo han sufrido un ligero tratamiento químico, no puede faltar la referencia al efecto alérgico de algunas sustancias naturales. Entre los alérgenos posibles se pueden encontrar, por ejemplo las esencias de trementina, de canela, de cítricos, de laurel, las de muchas compuestas como la árnica, la manzanilla o la milenrama...