El sol tiene muchos efectos positivos sobre el organismo humano. Puede compensar la carencia de vitamina C y estimula la formación de vitamina D, mejora el intercambio de gases y el flujo sanguíneo. Estimula el equilibrio hormonal y contribuye así a un mayor rendimiento. Sin embargo, estar mucho rato al sol perjudica la salud. Los responsables son los rayos ultravioletas (UV) contenidos en el espectro solar.
Debemos proteger nuestra piel de ellos.
Los rayos UV tienen una longitud de onda de unos 400 nm (nano = milmillonésima) y son invisibles para el ojo humano. Broncean la piel, pero al mismo tiempo la perjudican.
Las consecuencias de un baño de sol demasiado largo son: quemaduras y conjuntivitis.
Pero puede ocurrir algo aún peor. Quien toma demasiado sol al año se arriesga a que degenere el tejido conjuntivo de la dermis. La piel se deseca, presenta arrugas y pliegues superfluos y se envejece prematuramente. También se produce con más frecuencia el cáncer de piel. Así pues, hay que advertir insistentemente en contra del exagerado fetichismo solar. En lugar de tostarse al sol habría que proteger la piel bien con sombreros y trajes claros de fibra natural, que filtran mucho mejor los rayos UV que las fibras artificiales, bien con protectores solares que pueden obtenerse en las perfumerías.
La piel puede protegerse hasta un cierto punto de los rayos UV formando un pigmento cutáneo oscuro, la melanina. Este pigmento absorbe los rayos UV de onda más larga, los situados entre los 320 y los 400 nm. Los rayos UV más cortos, de 280 a 320 nm, son absorbidos por una "callosidad solar" que se forma con el tiempo.
Las consecuencias de un baño de sol demasiado largo son: quemaduras y conjuntivitis.
Pero puede ocurrir algo aún peor. Quien toma demasiado sol al año se arriesga a que degenere el tejido conjuntivo de la dermis. La piel se deseca, presenta arrugas y pliegues superfluos y se envejece prematuramente. También se produce con más frecuencia el cáncer de piel. Así pues, hay que advertir insistentemente en contra del exagerado fetichismo solar. En lugar de tostarse al sol habría que proteger la piel bien con sombreros y trajes claros de fibra natural, que filtran mucho mejor los rayos UV que las fibras artificiales, bien con protectores solares que pueden obtenerse en las perfumerías.
La piel puede protegerse hasta un cierto punto de los rayos UV formando un pigmento cutáneo oscuro, la melanina. Este pigmento absorbe los rayos UV de onda más larga, los situados entre los 320 y los 400 nm. Los rayos UV más cortos, de 280 a 320 nm, son absorbidos por una "callosidad solar" que se forma con el tiempo.