Por norma general, la elaboración de productos de cosmética caseros, es segura. Al fin y al cabo eres tu quién los prepara y quién elige los productos que vas a incorporar en tus recetas, yo no me canso de repetir que se procure que sean de buena calidad, entre otras cosas porque ya que te vas a ahorrar dinero elaborándola tu mismo, podrás permitirte gastar un poquito más al elegir ingredientes naturales con los que no corras ningún riesgo. La calidad de los aceites esenciales es básica, ya que con los sintéticos, podrías sufrir algún percance, como son picazones e incluso quemaduras.
Hay veces que también sucede esto con algunos "trucos" o remedios de la abuela que nos dan, con la mejor intención, eso seguro, pero sencillamente no todo el mundo tiene la misma piel, y algunos de esos trucos, pueden resultar un incordio en vez de una solución.
Vamos a ver algunos productos naturales que no son tan inocuos como pueden parecer a simple vista o que pueden tener algunas consecuencias adversas, y que utilizamos normalmente en nuestras recetas.
- EL AGUA:
Aunque la utilizamos en la preparación de casi todas nuestras recetas pensando que no hay sustancia menos peligrosa, esto no es del todo cierto, dependiendo de la cantidad que utilicemos en nuestra preparación. El agua resulta ser el medio más adecuado para el desarrollo de microbios, y cuanta más agua añadas a tu receta más posibilidades habrá de que se contamine. De hecho habrás notado que los productos que llevan agua, en poco tiempo huelen mal. Es por eso que siempre en nuestras recetas tiene que haber un poco de alcohol o de otro elemento que ayude a que el producto que obtengamos no se infecte. Trata de poner el mínimo de agua necesario en tu cosmético.