miércoles, 14 de marzo de 2018

EL GRAN PODER CURATIVO DE LAS ESPECIAS

 
- Los seres humanos han estado usando especias en sus alimentos desde el año 50,000 a. C. Más allá de agregar sabor a tus platos, estas semillas secas, frutas, raíz o corteza también pueden agregar años a tu vida.

- Las especias son ricas en fitonutrientes y otros ingredientes activos que protegen contra las enfermedades y promueven la curación.

- En estudios a nivel mundial, las especias se han relacionado con la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas como la enfermedad cardíaca, el cáncer, la diabetes tipo II y el Alzheimer.

- A diferencia de los medicamentos, las especias pueden usarse a largo plazo sin preocuparse por los efectos secundarios.


Por la obtención de las especias se han librado batallas, perdido reinos y se han descubierto nuevas tierras en su busca.

En la antigüedad fueron consideradas más preciosas que el oro y actualmente siguen gozando de un gran prestigio, tanto por su valor culinario como por el curativo.

Antes de pasar a ser un producto lucrativo, las especias fueron consideradas medicinas. La cúrcuma, el clavo, el jengibre y los granos de pimienta negra (con poder curativo todas ellas) se encuentran entre las especias más antiguas y su uso se remonta a las primeras civilizaciones. Algunos textos sánscritos con 3.000 años de antigüedad procedentes de la India describen las diversas aplicaciones terapéuticas de estas sustancias, y los antiguos tratados médicos chinos están repletos de remedios que las utilizan para tratar cientos de enfermedades.

¿Qué son las especias?

Piensa en un trozo de carbón convirtiéndose en un diamante. Piensa en todos esos ceros y unos transformándose en las imágenes que ves en la pantalla de tu ordenador. Piensa en una cucharadita de cacao haciendo que un simple vaso de leche se vuelva una deliciosa bebida. Piensa en cualquier concentrado (destilado a partir de una sustancia original) que libera en abundancia aquello que contenía dicha sustancia, junto con sus propias (y a menudo más exquisitas). cualidades. Eso es una especia.

Las especias son comestibles, aromáticas y secas y proceden de la raíz, el tronco, el tallo, las yemas, las hojas, las flores, los frutos o las semillas.

Se presentan en un auténtico arcoíris de intensos colores: rojos, naranjas, marrones, verdes, negros y blancos brillantes. A diferencia de las hierbas aromáticas, todas las especias son comestibles. Una especia no es una hierba aromática. Estas últimas suelen ser hojas y no siempre son aptas para el consumo. Así, el cilantro (hierba) consiste en las hojas frescas de una planta y el cilantro (especia) es la semilla seca de esa misma planta.



Como sucede con todas las definiciones, no obstante, la definición de especia no es totalmente clara. El ajo, la cebolla, la hierba limón, por ejemplo, no encajan en esta definición de especia pero son muy empleadas para condimentar los alimentos. Para la mayoría, la definición dada es el mejor modo de entender qué es una especia y qué no lo es.
 
Las especias son originarias de la India, Indonesia y otras zonas del sur y del sudeste de Asia, y aproximadamente en el año 2600 antes de nuestra era fueron exportadas desde Asia a los países del Mediterráneo oriental como Siria y Egipto.
 
Los egipcios las veneraban en el sentido literal del término; empleaban para la momificación canela y casia, y colocaban especias en las tumbas de los faraones como un acompañamiento necesario para la otra vida.
 
Por su parte, los romanos las consideraban artículos de auténtico lujo. Perfumaban con ellas palacios y templos, las utilizaban en grandes cantidades durante los banquetes para embelesar a los invitados y también las empleaban para condimentar los alimentos y los vinos. Incluso los legionarios partían hacia la batalla perfumados con fragancias de especias. Se cuenta que, en el siglo I, los oficiales romanos se sintieron indignados cuando el emperador Nerón quemó la recolección anual de la preciadísima canela en el féretro de su esposa.
 
En el siglo V, los visigodos aceptaron detener el asedio a Roma a cambio de recibir una recompensa de oro, plata y pimienta.
 
Entre los siglos VIII y XV, el comercio de especias estuvo controlado por la República de Venecia, actividad que le reportó una inmensa riqueza; los árabes (que guardaban con celo el secreto de la procedencia de la mayor parte del género) ejercían de intermediarios, lo cual mantenía altos tanto la demanda como los precios.


 
A finales del siglo XV, Portugal y España trataron de poner fin a este monopolio, y la travesía de Cristóbal Colón en busca de una nueva ruta occidental de acceso a las «Islas de las Especias», inadvertidamente, «descubrió» las Américas. Y así como Colón navegó rumbo a Occidente, otros lo hicieron hacia Oriente. Durante los siglos posteriores los españoles, los portugueses, los holandeses, los franceses y los británicos colonizaron los países productores de especias.
 
En el siglo XVII, la Compañía neerlandesa de las Indias Orientales era la empresa más rica del mundo y contaba con 50.000 empleados, 30.000 soldados y 200 barcos. Según un artículo de la revista The Economist, «las especias constituyen la raíz más antigua y aromática de la economía mundial».
 
En el siglo XVIII las especias ya se cultivaban en grandes cantidades por todo el mundo y eran consideradas un artículo más del comercio mundial. Y ya en nuestro siglo, la espectacular historia de las especias se repite de nuevo en términos de investigación científica. Las modernas investigaciones médicas y nutricionales están hallando inimaginables riquezas en términos de salud en esas mismas especias que han constituido una parte tan importante de la historia de la humanidad.

Las especias están consideradas como las joyas del reino vegetal. Contienen abundantes fitonutrientes, compuestos vegetales que refuerzan la salud y favorecen la curación de diversas maneras. La mayoría constituyen poderosos antioxidantes que controlan y desarman a las especies reactivas al oxígeno (también conocidas como «radicales libres»), las cuales pueden dañar las células, causar enfermedades y activar el proceso de envejecimiento.
 
El poder curativo de las especias también se debe a su elevada concentración de aceites volátiles. (Volátil es un término químico que denota que dicho aceite es de rápida evaporación, no deja residuos y posee el mismo aroma que la planta de la que procede).
 
Los estudios epidemiológicos que exploran la relación entre la alimentación y la salud muestran que las poblaciones cuya dieta es rica en especias presentan un menor índice de ciertas enfermedades. Estados Unidos, por ejemplo, tiene un índice de cáncer de colon tres veces mayor que la India, donde se cocina con abundantes especias; este último país presenta, además, uno de los índices más bajos de Alzheimer. Por su parte, Grecia, conocida por su saludable dieta mediterránea y su elevado consumo de ajo, cebolla, romero y mejorana, disfruta de un bajo índice de afecciones cardiacas. Y España, el país donde se consume más azafrán, tiene niveles bajos de colesterol LDL «malo», que obstruye las arterias y aumenta el riesgo de padecer cardiopatías. Pero ¿no podríamos obtener estos fitonutrientes de las frutas y verduras?


 
La respuesta es no, ya que las especias contienen fitonutrientes únicos. He aquí unos cuantos ejemplos:

- La curcumina, que se encuentra exclusivamente en la cúrcuma, posee potentes propiedades anticancerígenas y, según demuestran varios estudios, puede ayudar a combatir otras muchas enfermedades.
 
- La timoquinona, un poderoso estimulante inmunológico, se halla solamente en la semilla de comino negro, una especia nativa de la India.
 
- La piperina, el compuesto que provoca el estornudo al consumir pimienta negra, protege las células cerebrales y ejerce otras funciones benéficas en el organismo.
 
- Los alcaloides carbazólicos, que combaten la diabetes tipo II, el cáncer de colon y el Alzheimer, están presentes únicamente en la hoja de curry, una especia originaria de la India.
 
- El acetato de galangal alivia la artritis y se halla exclusivamente en la especia asiática galanga.
 
- La diosgenina, presente en el fenogreco, puede acabar con la inflamación y erradicar las células cancerosas.
 
- El anetol, un componente del anís y el hinojo, puede aliviar los dolores menstruales y calmar los cólicos de los bebés.
 
- El eugenol, que proporciona al clavo su característico aroma, es un potente analgésico natural.
 
- El ácido rosmarínico hace que el romero sea uno de los antioxidantes más poderosos que existen.
 
- El gingerol, un compuesto presente en el jengibre, disminuye las náuseas.
 
- El ácido hidroxicítrico, especialmente abundante en la especia india kokum, inhibe el apetito poderosamente (y en la actualidad es uno de los principales ingredientes de muchas fórmulas adelgazantes).
 
- La capsaicina, presente únicamente en la guindilla, puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis y la psoriasis.

Estos y otros compuestos poseen muchos y diversos mecanismos de acción, así como propiedades antioxidantes y antinflamatorias. Numerosas especias combaten eficazmente los microbios: bacterias, virus y hongos; asimismo, reducen la secreción de histamina, la sustancia bioquímica responsable de los síntomas alérgicos; también refuerzan el sistema inmunitario, el cual se ocupa de protegernos frente a las enfermedades. Igualmente, regulan los niveles de azúcar e insulina en sangre, por lo que contribuyen a prevenir o a tratar la diabetes. Además, poseen un efecto calmante en el sistema nervioso y ayudan a reducir la ansiedad y el dolor; aceleran el metabolismo, favorecen la quema de calorías y actúan de un modo similar a las hormonas, equilibrando, fortaleciendo y regenerando el organismo.

Por otro lado, relajan la musculatura del tracto digestivo y alivian las enfermedades intestinales y debido a sus múltiples propiedades, pueden incluso ralentizar el proceso de envejecimiento.

Tú también podrás obtener todos estos beneficios para la salud consumiendo especias en abundancia. En esta web vas a encontrar información y recomendaciones para que las utilices adecuadamente.

 
Conocer las especias curativas constituye un viaje hacia el mundo (nuevo y maravilloso), en el que adquirirás importantes y útiles conocimientos para mejorar tu salud, a la vez que experimentas una aventura culinaria y sensorial inolvidable.
 
Contrariamente a lo que puedas creer, incorporar más especias en tu vida no requerirá una gran inversión ni utensilios especiales. (Aunque necesitarás molerlas, lo más probable es que ya dispongas de algún aparato que pueda hacerlo).



 

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