La rosa, ostenta el título de reina de las flores desde la Antigüedad. Es sin su ornato floral un arbusto bajo y poco llamativo pero la flor es puro amor, belleza, elegancia y como no, aroma. La rosa convierte el perfume en algo casi tangible. La esencia de rosas se obtiene de especies y tipos particulares de rosas.
Para obtener la preciada esencia de rosas no se recurre a ninguna rosa moderna de jardín, sino a las especies silvestres o a los híbridos naturales tales como la rosa rubia o rosal castellano (Rosa gallica), la rosa de Damasco (Rosa x damascena), la búlgara (Rosa x damascena "Trigintipetala") y la Rosa centifolia.
La R. gallica es una especie silvestre nativa de Asia occidental que prosperó en el sur y el centro de Europa y que se cultiva actualmente para obtener su esencia en Francia, Bulgaria, Grecia, Turquía, Marruecos y la antigua URSS. En el siglo XVIII se cultivó a gran escala una variante: la R. gallica "Officinalis", de flores rojo oscuro. En la actualidad, en Francia se ha pasado a la R. centifolia. Sin embargo, la que se cultiva con más frecuencia es la forma búlgara, de la cual hay cultivos en Bulgaria, Turquía, Grecia, Túnez, Marruecos y el sur de Francia. Bulgaria es la que tiene la fama de poseer los mayores campos de cultivo de rosas y debe agradecerle esto a los turcos, quienes fueron los que llevaron hace 300 años allí el cultivo de estas hermosas flores. La esencia de rosas búlgara tiene un aroma más pleno que el de las esencias procedentes de otros lugares y es por esto también la más cara. Sin embargo, no ejerce ya ninguna influencia en el precio casi inamovible de la esencia de rosas. Ahora bien, sabiendo lo costoso que es producir esta esencia, su precio no parece tan caro.