sábado, 8 de octubre de 2016

LA EMPATÍA EN TRATAMIENTOS DE AROMATERAPIA

 
Cuando se recibe un tratamiento profesional de aromaterapia, especialmente un masaje de aromaterapia, es importante sentirse a gusto con el terapeuta si se quiere que sirva de algo. Lo mismo puede decirse cuando se recibe un masaje de aromaterapia intuitivo de un amigo. Si se lleva a cabo con sensibilidad más que de un modo rígido y mecánico, el masaje de aromaterapia será una forma potente de curación con las manos. Claro está que es igualmente importante que su terapeuta se sienta a gusto con usted, para facilitar un intercambio de energía, por decirlo así.
 
Aunque los aceites esenciales pueden ayudar a la piel y a las emociones, por ejemplo, sin la ayuda de un terapeuta, para los problemas emocionales y físicos profundamente arraigados, la curación con las manos es mucho más importante, por no decir esencial, para que tenga lugar la verdadera curación. Sin embargo, la aromaterapia clínica (sin el uso del masaje) puede hacer milagros si se aplica de un modo holístico más que sintomático.


Por último, el terapeuta no puede llevarse todo el mérito de sus éxitos; el curador no es más que un catalizador en el proceso. Nadie puede ser curado si a un nivel (a menudo un nivel inconsciente) no desea curarse, o si no puede confiar o dejar ir los miedos que pueden bloquear el flujo de energías curativas.

Todo terapeuta/curador sea o no ortodoxo, se habrá encontrado alguna vez con una persona que no mejora, pese a haberlo hecho todo «bien». Sin embargo, en muchos casos, el cuerpo, la mente y el espíritu se curarán a sí mismos si se les da la oportunidad. Si se crean las condiciones favorables a todos los niveles, la curación tendrá lugar con bastante naturalidad.

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