Actualmente y dado que se importan inciensos de todas las partes del mundo, son muchísimos los formatos que existen desde incienso en cuerdas que llega del Tíbet hasta raspaduras de maderas y resinas de la India o Ceilán. Por el momento vamos a tratar de las cuatro formas básicas de incienso: a granel, en conos, en cilindros y en varitas, que son las que vas a ir aprendiendo a confeccionar tu mismo para tu uso personal con las instrucciones paso a paso que te iré dando.
Cada una de estas 4 formas tiene sus propias ventajas e inconvenientes. El incienso a granel es, con mucho, el incienso más antiguo, más conocido y el más fácil de usar y de fabricar. Se hace combinando una o más hierbas o especias, que luego se queman directamente en una fuente de calor. Generalmente el calor es suministrado por carbón vegetal incandescente.
Aunque es muy fácil de fabricar y de usar, presenta varias desventajas. La principal es el desperdicio. Al quemarse directamente sobre el carbón las hierbas se consumen muy rápidamente y deben ser renovadas con frecuencia. El humo es otro problema. Si quemas incienso con frecuencia o durante mucho tiempo, tus techos y tus muebles se tiznarán, y la habitación se impregnará de olor a humo.