En los tiempos antiguos, dice la historia, los Sacerdotes Caldeos, o como dicen otros libros, los Químicos y Magos Arabes, combinaban aceites que contenían aromas para usos mágicos, extractos fragantes y especies que en su sensitiva consciencia psíquica consagraban o ciertos trabajos mágicos.
En el campo de los fenómenos ocultos, se encuentran muchas personas sensitivas a las vibraciones del olor y del color, particularmente he encontrado el artífice del Oráculo con su fina habilidad artística para crear óleos que armonicen con sus pensamientos; así puede ser interpretado un aceite en el campo oculto como vibrando a un deseo.
Pero hay que entender claramente que los aceites antes mencionados y los poderes que se les atribuyen, son meras leyendas y no deben interpretarse de otra manera. Los nombres usados en conexión con estos aceites o perfumes no deben interpretarse como indicativo de uso y de garantía en relación con ellos. Estos nombres denotan solamente la impresión que se ha recibido de su fragancia y los pensamientos que evocan en la mente del que los ha hecho.
Los estudiantes sensitivos a lo oculto, cuando hacían un aceite para alejar como para magnetizar, después de componer tal aceite, lo colocaban en una piedra cantera, o en polvo de metal, en un electro magneto o en cualquier otro magneto fuerte y decían un Salmo, consagrando así el aceite y el magneto en un objeto magnético creyendo que así lo harían capaz de atraer hacía ellos objetos materiales para usos materiales.