Los aceites esenciales son nuestros aliados para mejorar la salud pero hay que utilizarlos correctamente, en las dosis justas y nunca han de ser utilizados para uso interno. Son concentraciones altísimas de la planta utilizada, y según cual sea, algunas pueden provocar reacciones alérgicas e incluso quemaduras si no están diluidas.
Los siguientes aceites esenciales han sido declarados peligrosos, por lo tanto hay que evitarlos o usarlos con cautela.
Voy a poner un ejemplo. Hace poco recibí aceite esencial de terebinto, que se destila de la resina de varios pinos. Lo inhalé durante varios minutos y, poco después, experimenté una seria reacción alérgica. Miré el prospecto y no vi que el terebinto tuviera ninguna toxicidad, de modo que lo atribuí a una reacción alérgica personal.
No aplique a la piel aceites esenciales sin diluir. Dilúyalos con un aceite corriente, como el de núcleo de albaricoque, el de avellana, el de almendra, el de sésamo, o el de girasol. Esta es la manera correcta de utilizarlos.
Los datos consignados en esta tabla han sido confirmados por El manual de datos de seguridad de los aceites TABLAS 195 esenciales, de Robert Tisserand, con el Apéndice A del Diccionario de aromaterapia, de Patricia Davis, y con la experiencia personal.
Recuerde: los aceites esenciales son elementos altamente concentrados de las plantas de las que son extraídos. La mayoría de los elementos de la planta se pueden usar sin problemas, pero es difícil predecir las reacciones alérgicas.
ALBAHACA: No se debe utilizar en absoluto.
ALBAHACA: No se debe utilizar en absoluto.
ALCANFOR: Su inhalación prolongada produce jaqueca.