miércoles, 17 de octubre de 2018

COCO: LA FRUTA QUE REDUCE LAS GRASAS DE TU CINTURA ENTRE OTROS MÚLTIPLES BENEFICIOS

 
Coco rallado, coco fresco, agua de coco, leche de coco, aceite de coco... cada vez son más las aplicaciones de esta fruta que siempre se ha considerado que "engordaba" por la gran cantidad de grasas que posee, pero si sigues leyendo comprobarás por las últimas investigaciones que no es así y que incluso puede ayudarte a reducir las grasas que acumulas en tu cintura a parte de mostrar otros muchos beneficios para tu salud.
 
Cuando hablamos del «coco» podemos estar refiriéndonos a un árbol, una fruta, un dulce o una especia. Como especia, el coco es la pulpa rallada y seca del fruto de la majestuosa palmera que crece silvestre en las zonas tropicales y subtropicales del mundo. Si bien los nativos de estas regiones suelen usarlo en recetas saladas, nosotros lo asociamos a deliciosos dulces (y todas las calorías que nos aportan), un hábito dietético que podría ser responsable de la creencia generalizada de que el coco es perjudicial para la salud.
 
Lo cierto es que el coco presenta un alto contenido en grasas, concretamente un 82 por ciento, de las cuales un 76 por ciento son grasas saturadas, es decir, el tipo de grasas de las que suele aconsejarse minimizar su consumo debido a que pueden obstruir las arterias. Y he aquí la sorpresa: ¡es precisamente la grasa saturada la que convierte al coco en una superespecia!, por la sencilla razón de que la grasa saturada del coco no es igual que la grasa saturada de la carne o la leche. En efecto, las grasas saturadas del coco se denominan triglicéridos de cadena media (TCM).
 
Para comprender por qué este dato es importante, echemos un vistazo al mundo de las grasas.
 



Si miras una gotita de grasa a través de un potente microscopio que permita visualizar las moléculas y los átomos, lo que verás serán triglicéridos: tres (tri) ácidos grasos unidos a una molécula de glicerol. Los ácidos grasos son cadenas de átomos de carbono unidos entre sí. Según el número de carbonos que contienen, pueden clasificarse en ácidos grasos de cadena corta, que contienen entre 4 y 6 carbonos; ácidos grasos de cadena larga, que contienen 24 carbonos, y ácidos grasos de cadena media, que contienen entre 8 y 12 carbonos.
 
El noventa por ciento de las grasas —como sucede con las de la carne y la leche— son ácidos grasos de cadena larga (TCL). Para ser transportados por el torrente sanguíneo se asocian con proteínas formando unas estructuras que se denominan quilomicrones y de este modo pueden llegar a todas las células. Sin embargo, los TCM no se procesan de esa forma: el organismo los envía directamente del estómago al hígado, donde son metabolizados en un abrir y cerrar de ojos, y este proceso metabólico superrápido quema más calorías que las contenidas en los ácidos grasos.
 
Se ha demostrado que las personas que consumen una gran cantidad de TCM en su alimentación diaria queman una media de cien calorías extra al día, en comparación con las personas que no lo hacen; pues bien, el coco contiene más TCM que ningún otro alimento. Sí, has entendido bien: la grasa del coco puede ayudarte a quemar calorías y, por ende, a mantener tu peso o incluso adelgazar. ¿Demasiado bueno para ser cierto? Los científicos no opinan lo mismo.

La grasa amiga de la cintura
 
Unos investigadores canadienses dividieron a 12 mujeres sanas en dos grupos y les asignaron dos dietas diferenciadas durante dos semanas.

Ambas opciones contenían un 15 por ciento de proteínas, un 45 por ciento de carbohidratos y un 40 por ciento de grasas; hasta aquí todo normal. Sin embargo, el 80 por ciento de la grasa consumida por la mitad de las participantes provenía de sebo de vaca, mientras que la otra mitad tomó una mezcla de mantequilla con aceite de coco; así pues, ambos grupos consumieron grandes cantidades de grasas saturadas de cadena larga (TCL), pero solo uno de ellos incluyó además triglicéridos de cadena media (TCM).
 
¡Al cabo de dos semanas, el grupo del coco había quemado alrededor de un 45 por ciento más de TCL!
 
Las participantes no subieron ni bajaron de peso; el estudio no estaba diseñado como un experimento sobre el adelgazamiento, sino para probar la hipótesis de que los TCM son poderosos quemadores de grasas, y realmente consiguió su objetivo.
 
«La capacidad de los TCM» de aumentar la quema de ácidos grasos saturados de cadena larga «sugiere que pueden desempeñar un papel en el control de peso a largo plazo», concluyeron los investigadores en la revista International Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders. Y en un estudio aparecido en la revista Lipids, unos científicos brasileños realizaron un estudio con 40 mujeres, a las que dividieron en dos grupos: un grupo tomó suplementos de aceite de soja, y el otro grupo, aceite de coco.
 
Al cabo de tres meses, ambos grupos habían perdido algo de peso, pero solo el grupo del coco presentaba una cintura mucho más estilizada (además de resultar antiestética, la grasa abdominal tiene la mala costumbre de liberar compuestos inflamatorios que aumentan el riesgo de derrame cerebral y enfermedades cardiacas).


 
El coco, explicaron los investigadores, podría «promover la reducción de la obesidad abdominal».
 
Es importante señalar que los investigadores observaron que el aceite de coco no incrementaba los niveles del perjudicial colesterol LDL y sí aumentaba los niveles del saludable colesterol HDL.

El coco no solo te ayuda a mantener la linea, sino que además ofrece otros muchos beneficios para la salud:
 
- Antibacteriano.
 
La leche de coco contiene ácido láurico que el organismo descompone en monolaurín. En un estudio llevado a cabo por investigadores filipinos, el monolaurín logró eliminar diversos tipos de bacterias patógenas, incluyendo el Staphilococcus aureus, el Streptococcus, el Enterobacter y el Enterococcus.
 
El monolaurín «podría resultar útil en la prevención y tratamiento de infecciones bacterianas graves, especialmente aquellas que son difíciles de tratar y/o son resistentes a los antibióticos», afirmó un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, que también investigó este compuesto.
 
- Acné.
 
Unos científicos de la Universidad de San Diego en California descubrieron que un compuesto que contenía ácido láurico resultaba excepcionalmente efectivo en destruir las bacterias responsables del acné. Este compuesto presenta un «gran potencial para convertirse en una medicación terapéutica segura y eficaz para el acné», afirmaron los investigadores.
 
- Antifúngico.
 
Un equipo de científicos islandeses hallaron que el ácido láurico y el ácido cáprico (otro TCM del coco) lograban acabar con la Candida albicans, un hongo causante de infecciones fúngicas.
 
- Cáncer de colon.
 
El coco es rico en catequinas, unos antioxidantes que combaten el cáncer. En un estudio efectuado en la India, la adición de coco a la dieta de animales de laboratorio «redujo notablemente» el desarrollo del cáncer de colon inducido químicamente.
 
- Alzheimer.
 
Un equipo internacional de investigadores dividió en cuatro grupos a animales de laboratorio a los que se había inducido la menopausia. Uno de los grupos fue alimentado con agua de coco. Pues bien, al cabo de cinco semanas hallaron que el grupo tratado con coco presentaba un aumento de los niveles de estrógenos en sangre y una menor destrucción de células cerebrales, lo cual muestra que el agua de coco tiene «características similares a los estrógenos» y podría desempeñar un papel en la prevención del Alzheimer y otros tipos de demencia después de la menopausia.
 
- Enfermedad de Crohn (enfermedad inflamatoria intestinal).
 
Un grupo de investigadores españoles empleó aceite de coco para tratar a animales de laboratorio a los que se había inducido la enfermedad de Crohn con un resultado positivo: el aceite consiguió reducir la inflamación intestinal. «Los TCM podrían ejercer un efecto terapéutico fundamental» en la enfermedad de Crohn en humanos», escribieron estos científicos en la revista Journal of Nutrition.
 
- Alivio del dolor.
 
Una popular infusión del noreste de Brasil elaborada con fibras de cáscara de coco se emplea tradicionalmente para «tratar varios trastornos inflamatorios», según explicaron unos investigadores brasileños. Cuando estos investigadores probaron la bebida en animales, hallaron que no solo reducía la inflamación, sino también aliviaba el dolor del mismo modo que la morfina. El estudio «confirma» el uso de esta infusión para disminuir la inflamación, afirmaron los científicos en la revista Journal of Eth-nopharmacology.

Conoce el coco
 
No es de extrañar que el cocotero se conozca como el «árbol de la vida». Este árbol suele producir entre 60 y 180 cocos al año, un alimento básico en la alimentación de millones de personas en el sur y sudeste de Asia, sur del Pacífico y el Caribe, donde se consume el equivalente a un coco al día en forma de agua, leche, aceite y especia.
 
El agua de coco es el jugo que contienen los cocos jóvenes (no los maduros). Constituye una popular bebida del trópico. En Brasil, por ejemplo, solo le gana en popularidad el zumo de naranja.
 
La leche de coco se elabora vertiendo agua —o bien agua de coco— caliente sobre coco rallado y exprimiendo para extraer la leche. Es tan blanca como la leche de vaca y su dulce sabor recuerda al de la almendra. Es ampliamente utilizada en el sudeste de Asia, sur de la India, Indonesia, Sudamérica, las islas del Pacífico y el Caribe. La leche de coco aporta su distintivo sabor a las saté lalat, unas albóndigas a la parrilla muy populares en la isla de Madura, cerca de Java (Indonesia). También suele emplearse en la cocina de Bahía, un tipo de cocina brasileña similar a la Cajún, y constituye la base de la apreciada salsa de cacahuete bahiana, que también contiene ajo, tomate y cilantro. En Sri Lanka se añade leche de coco a los curries picantes junto con especias tostadas para suavizarlos y darles cuerpo, y también constituye un ingrediente esencial de los hoppers, panes fermentados y cocidos elaborados con harina de arroz que suelen tomarse durante el desayuno.

La crema de coco es una versión más espesa de la leche de coco. Se emplea frecuentemente en Kerala, un estado del sur de la India conocido por sus maravillosos curries de pescado.
 
El coco como especia (seco y rallado) constituye, junto con la leche de coco, un ingrediente esencial de los curries y verduras de Indonesia y Malasia. Asimismo, se usa en el rendang, un plato de ternera, y se emplea para elaborar arroz con leche y dadar, unas tortitas rellenas de coco. La alimentación cotidiana de los habitantes de la costa de Malabar de la India se compone básicamente de pescado y marisco cocinados con arroz y coco seco rallado. Además, el coco seco se utiliza ampliamente en la cocina del sur de la India especialmente en la elaboración de curries. (El sur de la India es famoso por su chutney de coco).
 
Por otro lado, los platos vegetarianos suelen incluir coco desecado tostado. El aceite de coco es el aceite más empleado para freír los alimentos en la cocina del sur de la India.

Cómo comprar coco

 
La mayoría de nosotros solo tenemos oportunidad de probar cocos frescos durante un viaje a los trópicos. Pero el coco rallado (fresco o seco) y el agua de coco sí puede encontrarse los supermercados; se comercializa desecado, tostado, con azúcar añadido o sin azúcar y está disponible en tres diferentes texturas: fina, media y gruesa. Los comercios asiáticos e indios presentan la selección más amplia de coco rallado. Por su parte, la leche de coco suele venderse en lata (con o sin azúcar), o bien como concentrado, en la sección de productos asiáticos de la mayoría de los supermercados bien surtidos y tiendas asiáticas e indias. El agua de coco ahora está muy de moda y puedes encontrarla en latas o bricks en los supermercados y grandes superficies.
 
Si no vas a usar todo el contenido de una lata, puedes congelar lo que te sobre, ya que la leche de coco soporta bien la congelación y puede conservarse de este modo durante varios meses.
 
El aceite de coco no suele usarse para cocinar porque se conoce poco y por su elevado contenido en grasas saturadas, pero a medida que se conozca la capacidad de quemar grasa de los TCM, el aceite de coco podría convertirse en un «alimento funcional» como el aceite de oliva, que sabe bien y además resulta beneficioso para la salud. El aceite de coco virgen se considera mejor para cocinar que el aceite común.

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