jueves, 13 de julio de 2017

MEDITACIÓN PENSATIVA: MEDITACIÓN DE LA PALOMA


Este tipo de meditación del que vamos a hablar ahora se conoce por el nombre de Meditación Pensativa.
 
Muchos expertos en este campo, creen que esta forma activa de meditación es más adecuada para la mente occidental.
 
Muchos enfoques orientales son pasivos en cuanto que tienen como objetivo vaciar la mente, o ayudarnos a alcanzar el estado en que nos convertimos en observadores de nuestros pensamientos, como si de algún modo estuviésemos separados de ellos. La meditación pensativa, en cambio, implica pensar sobre un determinado tema, pensamiento o palabra. Es en realidad la forma más simple de meditación y se adapta mejor a los principiantes.
 
La meditación debería realizarse durante quince a veinte minutos diarios, preferiblemente a primera hora de la mañana. Sin embargo, con tan sólo dos o tres sesiones semanales se conseguirá reducir el estrés, mejorar la concentración, y estimular la creatividad y la inspiración.

La paloma
 
1. Siéntate cómodamente en una habitación tranquila o en un jardín, si lo prefieres. Si estás acostumbrado, puedes adoptar la posición con las piernas cruzadas, de otro modo siéntate en una silla de respaldo recto con los pies apoyados firmemente en el suelo y las manos descansando sueltas, en tu regazo.

2. Cierra los ojos. Vacía tus pulmones y respira profundamente por la nariz. No fuerces, simplemente se consciente de tu respiración mientras entra y sale.
 
3. Concéntrate en tus pies; relájalos, concéntrate en la relajación de tus pies. A continuación pasa a cada parte de tu cuerpo, relajándolas una por una: pantorrillas, rodillas, muslos, caderas, abdomen y pecho; manos, brazos, hombros, cuello, cara, ojos y frente, incluso la lengua y el cuero cabelludo.
 
4. Imagina que estás dentro de una esfera de luz: tu aura.

5. Ahora centra tus pensamientos en una preciosa paloma blanca. Considera que es el pájaro del elemento aire. Posee la capacidad de volar, mientras que tu no.
 
6. Escucha el arrullo de la paloma, el golpeteo de sus alas. Tiende la mano y toca las firmes y sedosas plumas de su espalda, las suaves plumas de su pecho. ¿Acaso la presencia del pájaro no te inspira una conciencia de su forma y belleza?
 
7. Se uno con la paloma... tu eres la paloma. Abre las alas y emprende el vuelo; elévate, siente el efecto estimulante del movimiento en el aire...

Las alas del pájaro simbolizan la capacidad del espíritu de elevarse por encima de lo mundano. Baja y planea en el cielo azul y luego deja que las corrientes de aire te arrastren. Experimenta la paz, la libertad del vuelo...
 
8. Cuando estés preparado, vuela hacia la Tierra; descansa en las orillas verdes y húmedas de un arroyo. Bebe de las aguas cristalinas.
 
9. Ahora ha llegado el momento de liberarse de la forma suave de la paloma. Separa tu conciencia de ella..., mira cómo asciende otra vez: sola. Tu vuelves a ser tu mismo.
 
10. Vuelve a centrar tu conciencia en tu cuerpo. Imagínate centrado a lo largo de una línea recta que va desde la parte superior de tu cabeza hasta tus pies. Siéntate encerrado y seguro dentro de tu esfera de luz.
 
11. Abre los ojos, agita tus miembros, golpea los pies contra el suelo (para volver a tierra firme), estírate bien. Te sentirá calmado y en paz con el mundo.

Es posible que quieras meditar sobre una de las siguientes cosas: un león, un arco iris, el sol, la luna, la tierra, un árbol, un pez, una flor (de su elección). Sigue el mismo procedimiento que con la meditación de la paloma. Realiza la respiración y conciencia/relajación del cuerpo (paso 1 a 4), entonces centra tu atención en el objeto.
 
En primer lugar la consideración intelectual:
 
Observa el objeto claramente en tu mente. Observa las diferencias entre tu y el objeto.
 
A continuación, la consideración emocional:
 
Escucha el arrullo de la paloma, por ejemplo, o huele el perfume de una rosa, báñate en el calor del sol.
 
La consideración espiritual:
 
En esta fase tu te identificas con el objeto de concentración. Ya no piensas en el objeto, sino que eres el objeto.
 
Por último, viene el soltarse y relajarse:
 
Libérate de la forma de tu objeto. Míralo como algo separado de ti, entonces centre tu conciencia de nuevo en su cuerpo como en los pasos 9-11.

Puedes utilizar como aroma de fondo para estas meditaciones incienso o esencias en quemador. El aroma mas adecuado es el sándalo, pero dependiendo del tema que hayas elegido para tu meditación, si has elegido por ejemplo una rosa, será este aroma el que debas utilizar.

 

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