domingo, 24 de junio de 2018

LA KUNDALINI, EL PROCESO DE DESPERTARLA Y SUS SÍNTOMAS


Cuando Shakti reside en el chakra base, descansa. Es entonces Kundalini—Shakti, la serpiente que duerme.

En esa forma, ella es el potencial inherente en la materia, la fuerza femenina primordial creativa y la fuerza evolutiva de la conciencia humana.

En la mayoría de las personas permanece en estado de somnolencia, durmiendo pacíficamente enroscada en su refugio de la base de la columna vertebral. Su nombre deriva de la palabra kundala, que significa «enrollada».

Cuando despierta, la Diosa despliega sus anillos y empieza a subir, chakra a chakra, hasta alcanzar la corona en la cima del cráneo, donde espera encontrarse con Shiva, que a su vez desciende hacia ella. A medida que atraviesa cada chakra, también activa la región correspondiente y, de hecho, muchos opinan que sólo la Kundalini—Shakti puede abrir los chakras.


Si consigue completar su recorrido hasta el chakra corona y unirse con su oponente Shiva (la Conciencia Divina), se dice que el sujeto ha alcanzado la iluminación o goce espiritual. El yoga kundalini es una disciplina antigua y esotérica dirigida a suscitar la elevación de la fuerza Kundalini—Shakti. Implica con frecuencia la iniciación a cargo de un gurú bien preparado, así como años de éticas concretas de yoga y meditación.

Muchas personas, sin embargo, estuvieran o no en el camino espiritual, han experimentado una emergencia espontánea, a veces con un genuino despertar de la Kundalini, de modo que vale la pena que examinemos esa fuerza misteriosa y poderosa.

Son muy diversos los caminos que toma la Kundalini. Por lo general, comienza en la planta de los pies, o en la base de la columna, y asciende hacia la cabeza. Este recorrido puede ir acompañado de intensos espasmos o convulsiones, o por sensaciones de intenso calor. Sin embargo, otros testimonios de su actividad describen un recorrido desde la cabeza hacia abajo, o desde el centro del organismo hacia afuera. A veces estos síntomas se desarrollan en cuestión de segundos y luego desaparecen; otras veces se habla de un proceso que dura semanas, meses e incluso años.

No obstante, hay coincidencia en que la Kundalini es por lo general, una experiencia única y poderosa cuyo resultado es un cambio profundo de la conciencia. Este cambio se describe como una lucidez aumentada, una mayor amplitud del entendimiento, una sensación de ingravidez, una sensación de gran pureza corporal, una felicidad trascendente.

Según algunos indicios, se pone en marcha un ritmo, un tren de ondas en el fluido cerebroespinal, que excita los centros cerebrales del placer y que proporciona los «estados de éxtasis» mencionados a menudo por los místicos.

Kundalini es el concepto universal de una poderosa fuerza iluminadora. Pero también es impredecible y peligrosa para quienes se atrevan a jugar con ella. A veces acarrea intensos dolores, y otras veces el despertar será rechazado por el mundo como locura, hallándose presentes o no los aspectos positivos que mencionábamos antes.

Abre los chakras. Pero tengamos presente que eso viene a ser como abrir las celdas de una cárcel. La Kundalini soltará lo que se halle dentro cada uno de esos chakras, y pueden ser experiencias o revelaciones inesperadas, pero también los antiguos traumas o sevicias que fueron, en su momento, la causa de que tal o cual chakra se cerrase.

El hecho es que la Kundalini produce un estado de conciencia muy profundo, y el hallarse en tal estado de conciencia no siempre es una ayuda para andar por un mundo donde no predomina la «iluminación» precisamente.

Además, ella no guarda consideraciones para con lo que teníamos por cierto, ni para las circunstancias de nuestra vida, ni para el estado en que se encuentre nuestro organismo. Esto puede originar bastante malestar, no siempre evitable.

En esencia, la Kundalini es una fuerza salutífera y si duele será porque habrá tropezado con tensiones e impurezas de las que no estamos dispuestos a prescindir.

Teóricamente, la Kundalini genera una fuerza que contribuye a la apertura del chakra superior, llamado corona y localizado en la cima del cráneo. Como la actividad de los chakras a veces captura parte de nuestra energía espinal, dicho chakra suele ser el más difícil de alcanzar.

La elevación de la energía hacia los chakras superiores se produce de una manera natural y espontánea cuando entramos en relajación profunda y prestamos atención a todos nuestros chakras. En cambio, el afán de obtener su ascensión forzada suele producir tensión, agotamiento y sensación de intolerancia o irritabilidad frente a quienes nos rodean.

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