miércoles, 11 de enero de 2017

LA CALIDAD Y COMPOSICIÓN DE LAS ESENCIAS

 
Es muy importante a la hora de elegir las esencias que vayamos a utilizar, comprobar la calidad de estas. Si las vamos a utilizar en contacto con nuestra piel, aunque sean diluidas, lo primero es hacer una prueba de alergia. Hay esencias que se venden en establecimientos muy baratos que no es solo que sean falsas, es que además la calidad de los productos base es tan baja que pueden producir incluso quemaduras. Las esencias aunque sean para quemar en lámparas aromáticas deben ser de buena calidad para que no produzcan intoxicaciones u otro tipo de efectos no deseados. La condición de una sustancia aromática no es siempre la misma. Varía según el origen, el hábitat y las circunstancias a lo largo del año.
 
La albahaca procedente del norte de África y de Norteamérica presenta un elevado contenido de metilcavicol y de linalol, mientras que el tipo exótico, de las islas Reunión, las Comores, las Seychelles y Java, contiene de un 80 a un 90 % de metilcavicol y sólo vestigios de linalol. Estas diferencias de componentes debidas a una localización distinta puede servirnos también como prueba.
 
No existe ningún aspecto insignificante, pues, por desgracia, se venden como si fueran valiosas y caras esencias naturales esencias de menos valor, adulteradas o incluso sintéticas.
 
Un fraude conocido, ya casi clásico, se practica con la esencia de rosas. Esta cara esencia, cuyo elevado precio está justificado por su bajo rendimiento, suele sustituirse en la industria cosmética por el geranio de rosa, cuyo aceite esencial tiene un olor muy parecido.
 
Desafortunadamente, el comprador de aceites esenciales no tiene la posibilidad de averiguar por sí mismo si los productos son verdaderos, están adulterados o han sido falsificados. (El análisis se realiza con métodos químicos o con cromatografía de gas.) Por eso, como consumidores debemos preguntar con insistencia sobre el origen y la calidad.
 
En la etiqueta de los pequeños recipientes de cristal debe estar indicado el país de origen. Si la esencia es sintética, la denominación correcta sería "idéntico al natural".

Quien desee tener productos naturales en lugar de productos artificiales siempre tendrá que pagar más; pero no siempre un precio elevado garantiza la autenticidad del producto. La mayoría de los aceites esenciales que están en el comercio proceden de cultivos tradicionales o convencionales; sólo hasta ahora se ofrecen unos cuantos procedentes de cultivos controlados biológicamente. Éste es el caso de algunas esencias de cítricos y de labiadas (orégano, tomillo, mejorana, menta piperita, espliego y salvia) y, en consecuencia, su precio es también más elevado.

Quien se dedique intensamente a los aceites esenciales querrá saber en algún momento qué compuestos químicos se hallan en la base del perfume. La química orgánica es la que nos da la respuesta. La mayor parte de las sustancias olorosas son hidrocarburos de las series del benzol y del terpeno, de los que un 90 % pertenecen sólo a los terpenos. Los compuestos terpénicos se encuentran en diversos tipos de sustancias químicas y también en compuestos alcohólicos y cetónicos.

Los alcoholes terpénicos constituyen el grueso de los aceites esenciales. Así, por ejemplo, el mentol, el conocido componente de la menta piperita, pertenece a este grupo, al igual que el geraniol, de Pelargonium spp., el sustituto más barato de la esencia de rosas que se utiliza en la industria cosmética porque su aroma se parece al de la rosa.

En las descripciones de las diferentes esencias leerás con frecuencia  el término "borneol". Desde el punto de vista químico se trata también de un alcohol que se encuentra en la Naturaleza en el romero y la valeriana. Por lo demás, la terminación "-ol" denota la pertenencia al grupo de los alcoholes; también los fenoles, con la misma terminación, pertenecen a este grupo.

En el grupo de los aldehídos están el citronelal y el citral: este último desprende el típico olor a violetas.

Entre las cetonas encontramos el alcanfor, con su olor denso.

Muchas sustancias olorosas importantes pertenecen a la clase de los fenoles. Se trata también de alcoholes, pero que no tienen enlaces alifáticos, sino que están formados por anillos de benzol. El timol, el componente más importante de Thymus spp., es el más conocido. El carvacrol procede del mismo género de plantas. Otros fenoles importantes que pueden citarse son el anetol del eneldo, el safrol de las hojas del árbol de la canela.

 

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