El pie de atleta (Tinea pedis) es una infección cutánea causada por hongos entre los dedos de los pies. También puede aparecer en otras partes del cuerpo en forma de una erupción con picazón que se denomina tiña.
La excesiva transpiración en el calzado mal ventilado favorece la infección, que también puede contagiarse en los vestuarios de las piscinas públicas o los centros deportivos.
Los casos graves de pie de atleta, que afectan a las uñas de los dedos del pie y otras zonas del pie (uno de los síntomas son los talones agrietados) suele ser una indicación de un mal estado de salud en general y deberá tratarse de forma holística.
Probablemente sea necesario tomar durante un tiempo un complejo de vitamina B y adaptar la dieta.
Si eres una persona a la que le gusta andar mucho, hacer deporte, pasear por el campo o en general usas botas de deporte en tiempo caluroso y además llevas calcetines gruesos no es de extrañar que tus pies transpiren mucho y sean propensos a padecer el pie de atleta.
Las personas que caminan manteniendo los pies encerrados durante mucho rato seguido normalmente aparte de las grietas inflamadas entre los dedos, su piel presentará muchas callosidades, los talones estarán recubiertos por ampollas... y aparecerá el temido pie de atleta. También es muy frecuente contagiarse en las piscinas.
Una vez que esta infección por hongos aparece, es difícil de erradicar, incluso aunque hayas probado todos los remedios comerciales para el pie de atleta, porque descubrirás que sólo son parcialmente eficaces y la infección reaparecerá a los pocos días de interrumpir el tratamiento con ungüento o polvos.
Mi primera sugerencia, si estas afectado por esta enfermedad es la luz del sol, el aire fresco, una higiene escrupulosa y mantener los pies lo más secos posible.
Es muy importante no andar descalzo en los lugares públicos como las piscinas o en la moqueta de otras personas y hacerlo siempre que sea posible sobre la hierba y en la playa, o simplemente sentarse al aire libre y exponer tus pies a los elementos.
Te irá de maravilla utilizar esencia de espliego que debes aplicar sin mezcla (una o dos gotas) sobre las grietas entre los dedos de tus pies, tres veces al día. Te sorprenderá comprobar que al aplicarte el aceite esencial no te va a escocer. El espliego, en común con la mayoría de los aceites esenciales, es bueno para la piel inflamada, infectada o que ha sufrido rozaduras.
Con seguir este simple tratamiento al cabo de unos días la piel estará curada. Posteriormente debes procurar lavar tus calcetines en agua jabonosa caliente y lo mejor es que estos sean de algodón. También debes airear el calzado con regularidad y poner unas gotas de aceite esencial de espliego en la punta de tus calcetines como medida preventiva.
Es posible que pasado el tiempo puedas tener pequeñas recaídas ya que erradicar una infección por hongos en su totalidad es francamente difícil y lleva su tiempo, pero verás que utilizando de nuevo el aceite esencial de espliego en uno o dos días desaparecerá hasta que llegue el momento que ya no vuelvas a recaer. La constancia es primordial.
El aceite esencial de espliego es totalmente inofensivo para este uso y aplicándote una o dos gotas en los pies, tendrán el olor más dulce que jamás han existido!
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