martes, 11 de septiembre de 2018

LISTADO DE ENFERMEDADES Y COMO CURARLAS UTILIZANDO LA DIGITOPUNTURA


La acupuntura es una milenaria técnica china que combate el dolor y las enfermedades mediante la estimulación de puntos energéticos muy precisos. Vamos a ver algunos de los secretos de este milagroso sistema curativo.
 
Los antiguos chinos concebían el universo como un todo integrado orgánicamente, nacido a partir de una misma energía primordial. Según esta teoría, todas las cosas y los seres surgieron gracias a la condensación y posterior diferenciación de una energía básica a la que los sabios orientales llamaban Ki.
 
El Ki se distribuye por canales muy precisos, y en los seres humanos el libre fluir de esta corriente es lo que nos mantiene vivos.
 
Nosotros captamos y tomamos esa energía en determinados lugares de nuestra piel. Si estos puntos se bloquean, entonces no logramos absorber el Ki necesario y enfermamos. La acupuntura y la digitopuntura trabajan sobre estos puntos, para que el Ki vuelva a circular por el cuerpo y el paciente recupere la salud.
 
El modo de trabajar de los acupunturistas consiste en efectuar en primer lugar un diagnóstico acertado y a continuación trabajar sobre los puntos que corresponden al órgano o a los órganos afectados.
 

Tal como comentaba, los puntos de cada meridiano pueden ser activados de diferentes maneras. La más conocida consiste en la utilización de finas agujas de metal. Practicada de este modo, la acupuntura requiere de la intervención de un profesional experto. Pero, aunque menos conocida, existe también la llamada "acupuntura sin agujas". Ésta generalmente se lleva a cabo efectuando presión sobre el punto en cuestión mediante las uñas o las yemas de los dedos.
 
A continuación, ofrecemos una lista de las principales dolencias que pueden ser aliviadas mediante esta técnica y explicamos cómo actuar en cada caso para lograr el esperado alivio.

¿CÓMO CURAR CADA DOLENCIA CON DIGITOPUNTURA?

Acné

Se recomienda efectuar una presión continua con la yema del dedo pulgar durante por lo menos cinco minutos, 3 centímetros arriba del borde superior de la rodilla, en la cara interna del muslo. También es efectiva la presión continua con la yema del dedo pulgar durante tres minutos en la punta externa de la línea del codo.

Anorexia
 
La falta de apetito que acompaña a los resfriados, la inflamación de las amígdalas, o a los trastornos digestivos, puede ser contrarrestada con este tratamiento, pero la anorexia nerviosa requiere además asistencia psicológica para que el efecto sea inmediato y duradero. Se debe ejercer presión continua y enérgica durante tres minutos, con la yema del dedo mayor, sobre el empeine, 2 centímetros bajo la línea imaginaria en la que nace el dedo mayor. Se obtienen también excelentes resultados ejerciendo presión continua con la uña del dedo índice durante cuatro minutos en el medio de la línea de flexión del pie, entre los dos tendones.

Asma
 
Efectúe una presión intensa (sin que sea demasiado dolorosa) durante cinco minutos, con la yema del dedo mayor, sobre la unión de las clavículas, en la zona del tórax en que nace el cuello.

Acceso nervioso

Presión continua con la yema del dedo pulgar durante cinco minutos sobre la base del dedo pulgar opuesto.

Bronquitis

Presión intensa con movimientos rotativos durante tres minutos con la yema del dedo índice en la línea de flexión del codo, junto al borde del tendón del bíceps.

Ciática

Presión continua durante tres minutos con ambos pulgares, sobre las nalgas, a 3 centímetros (hacia afuera) del final de la columna.

Cólicos estomacales
 
Presión continua y reiterada con la yema del dedo pulgar de cinco a siete minutos, 2 centímetros debajo de la muñeca, en la cara interna del brazo.

Congestión nasal

Presión continua de uno a cinco minutos con la punta del dedo mayor o índice a ambos costados de las fosas nasales.

Conjuntivitis
 
En caso de registrarse inflamación y enrojecimiento de la membrana conjuntiva que recubre el ojo, se recomienda combinar los tres ejercicios que se detallan a continuación, dos veces por día:
 
• Presión continua de tres a cinco minutos, con la yema del dedo índice, en el medio exacto de la curva superior de la oreja, sobre la cara externa.
 
• Presión continua de dos a cuatro minutos con la uña del dedo pulgar sobre el nacimiento del pulgar contrario. Repetir invirtiendo las manos.
 
• Presión suave con los dedos índice y pulgar en el entrecejo.
 
Decaimiento
 
Presión con yema del dedo mayor durante cuatro minutos sobre el entrecejo.

Desmayo
 
Al sentir los primeros síntomas de un desmayo, con el fin de prevenirlo o una vez producido este y mientras se espera otro tipo de ayuda, se recomienda efectuar el siguiente ejercicio: presión con la uña del dedo pulgar hasta lograr la recuperación, 3 centímetros debajo del nacimiento del dedo anular, en la planta de los pies.
 
Diarrea
 
Este ejercicio debe ser acompañado por una dieta liviana y resulta beneficioso seguir practicándolo después de concluido el trastorno para tonificar convenientemente el intestino y evitar molestias posteriores. Ejerza una presión continua con la yema del dedo índice a unos 3 centímetros por debajo de las depresiones que se encuentran en las rodillas, bajo las rótulas.

Dolor de cabeza

Presione fuertemente durante al menos tres minutos ambos lóbulos de las orejas con las yemas de los dedos pulgar e índice. Otro ejercicio consiste en ejercer una presión continua durante cinco minutos con ambos pulgares en la zona alta de la nuca.

Dolor de garganta
 
Presión continua durante tres minutos con la uña del dedo pulgar sobre el nacimiento de la uña del pulgar de la mano opuesta.

Dolor de muelas

Presión continua de uno a cinco minutos con la uña del dedo pulgar sobre el nacimiento de la uña del dedo índice de la mano contraria.

Dolor de oídos

Presión con los dedos índice y pulgar sobre la punta de las uñas de los dedos de la mano correspondiente al oído que tiene molestias.

Dolor de rodillas

Presión continua durante tres minutos con las puntas de los dedos pulgar y mayor, en las depresiones que se encuentran en las rodillas, debajo de las rótulas.
 
Dolores en general
 
Presión de uno a cinco minutos con la yema del dedo pulgar, debajo del tobillo en la cara externa del pie.

Dolores musculares

Presión constante con la yema del dedo pulgar durante tres minutos, a 4 centímetros debajo de la rodilla, en la cara posterior de la pantorrilla.

Estreñimiento
 
Masajes suaves con la yema de los dedos durante un mínimo de cinco minutos en el siguiente sentido: desde el estómago bajando en línea recta hasta la zona de la vejiga (arriba del pubis); desde allí hacia la izquierda y antes de tocar el hueso de la cadera, ascender hasta la altura del estómago, pasar sobre él masajeándolo y luego bajar hasta la altura de la vejiga nuevamente. Repetir diez veces.

Gastritis
 
Masaje intenso durante tres minutos con la yema del dedo pulgar, debajo del ombligo.

Hemorragia nasal

Presión continua durante por lo menos cinco minutos con la yema del dedo pulgar sobre el dorso de la mano, en el punto intermedio entre el nacimiento del pulgar y el dedo índice.

Insolación
 
Si bien los síntomas de una insolación leve no suelen superar el simple escozor y enrojecimiento de la piel, cuando la insolación adopta características más severas puede venir acompañada de constantes náuseas, vómitos y sensación de escalofríos. Cualquiera sea la gravedad de la dolencia, además de acudir a un centro hospitalario, recomendamos efectuar el siguiente ejercicio por lo menos cinco veces por día: presión constante con la yema del dedo pulgar durante tres minutos, 3 centímetros debajo del ombligo.
 
Insomnio
 
Presión durante tres minutos con la yema del dedo pulgar en el punto central de la cara interna de la muñeca.

Náuseas

Presión durante por lo menos tres minutos con las uñas de ambos pulgares sobre el dorso de ambos pies, unos 2 centímetros debajo del nacimiento de los dedos pulgar e índice.

Presión alta

Presión suave y continua durante siete minutos con el dedo pulgar y el mayor, a ambos lados del nacimiento del cuello, debajo del mentón.

Presión baja

Presión intensa con la yema del dedo pulgar durante por lo menos cinco minutos sobre el costado interno del brazo, a 2 centímetros de la axila.

Problemas circulatorios

Presión continua con la yema del dedo pulgar por espacio de cinco minutos un centímetro bajo el nacimiento de los dedos índice y mayor de la mano.

Quemaduras
 
Los dolores originados por quemaduras (recuerde que debe acudir a un centro hospitalario) pueden ser aliviados con el siguiente ejercicio: presión con la uña del dedo pulgar, hasta que el dolor ceda, en la mitad del arco plantal.
 
Resfriado
 
Presión continua y sostenida con la yema del dedo pulgar, en el punto intermedio entre el codo y la vena que corre en el interior del brazo.

Taquicardia
 
Presión durante cinco minutos con la yema de los dedos índice y pulgar, a ambos lados, al costado de la uña del dedo meñique de la mano contraria.

Vértigo y mareos

Presión intensa durante tres minutos con ambos pulgares sobre la base de la nuca

 
 
 
 


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